El PP remonta al segundo puesto del pódium electoral tras volver a superar la barrera de los 100.000 votantes en las islas: tras el batacazo de la cita de abril, que lo relegó a cuarta fuerza de las islas con 87.143 votos, el partido ha ganado algo de oxígeno al lograr la confianza de 102.283 ciudadanos. Logra así colocar dos diputados. No son los tres de 2016, pero es uno más que el 28 de abril. "Ni sorpaso ni historias", ha dicho el líder de los 'populares' en la isla refiriéndose a cómo Ciudadanos les pisaba los talones hace apenas seis meses: "El PP ha demostrado ser el auténtico centro derecha".

El resultado del PP de abril fue el fondo y al partido solo le quedaba la opción de subir. Con todo, las cifras siguen lejos de los buenos tiempos: en las elecciones nacionales de hace menos de tres años el PP balear logró cosechar hasta 161.319 votos. Ha recuperado unos 15.000 pero el partido no ha logrado volver a convencer a casi 59.000 de sus antiguos votantes.

Aun así, la remontada en votos, sumada al hundimiento de Ciudadanos y al castigo al PSOE, ha generado un ambiente de gran satisfacción en la sede del PP. Company se ha mostrado convencido de que en los próximos años acabarán de "recuperar el terreno perdido" y se ha mostrado convencido de que en las próximas elecciones autonómicas el PP ganará. Marga Prohens, elegida diputada, ha recordado a Francina Armengol que el PSOE en las islas ha perdido 22.000 votantes mientras que el Partido Popular ha subido 16.000: "Es un castigo a la mala gestión socialista en todas las instituciones".

"Más pronto que tarde el PP volverá a ser primera fuerza aquí y a nivel nacional", ha asegurado también con satisfacción la senadora Maria Salom, que ha indicado que Armengol "tiene un buen dolor de cabeza".