Sacar buena nota en selectividad ya no asegurará a los aspirantes a maestro poder acceder a los Grados de Educación Infantil y Primaria. La UIB estrena una prueba de aptitud con el objetivo de que los nuevos alumnos tengan un nivel mínimo de competencias comunicativas, razonamiento crítico y logicomatemática. Con ello se trata de mejorar el nivel el nuevo alumnado y reducir las tasas de abandono escolar el primer año, situado actualmente en un 20%.

Primeramente tendrán que hacer un examen que evaluará la capacidad analítica, comunicativa y crítica. Se les plantearán dos textos y tendrán que seleccionar uno. Deberán responder cuatro preguntas que indagarán en su comprensión lectora; y tres de ortografía y gramática donde tendrán que traducir oraciones del catalán al castellano, entre otras cuestiones.

En el segundo examen trabajarán sus habilidades de lógica matemática y deberán emplear operaciones básicas como multiplicaciones o restas para resolver problemas con figuras geométricas y tablas. Uno de los ejercicios que se plantea en un modelo de examen es de calcular si la superficie de una terraza es más grande que la de una cocina en un plano hipotético de una casa. Los alumnos también deberán realizar un diagrama de barras a partir de datos, así como elaborar porcentajes.

A continuación deberán grabar un video para presentarse como aspirantes a cursar el grado. Expondrán sus inquietudes y motivaciones para adentrase en el mundo de la educación. Si superan estas tres pruebas, pasarán a hacer una entrevista grupal donde tendrán que dominar la argumentación y la labia sobre temas educativos a debate. Como por ejemplo la conveniencia o no de mandar deberes a casa.

Esta prueba es resultado de varios años de investigación de otros modelos en Europa y en algunas universidades españolas y han participado profesores, orientadores y directores. Además, se han realizado varias pruebas piloto a varios grupos de estudiantes de Mallorca para ajustar la dificultad de las preguntas pues solo la superaban un 70 por ciento.