El mercado laboral de Balears cerró el mes pasado con una patente tendencia al estancamiento: mientras la cifra de parados mostró un crecimiento muy débil respecto al año anterior, el incremento del empleo reflejó una apreciable pérdida de fuerza respecto al ritmo que mantenía en 2018 por estas mismas fechas. Sin embargo, su calidad sigue al alza, dado que los puestos de trabajo estables ganan peso frente a los de carácter más precario, el número de desempleados de larga duración sigue descendiendo, y además la tasa de personas que están en el paro y cobran una ayuda económica está aumentando, según los datos facilitados ayer por el director general de Empleo del Govern, Llorenç Pou.

Primer dato: octubre se cerró con 535.607 trabajadores de alta en la Seguridad Social, lo que supone un incremento del 1,9% (10.163 personas más), una tasa que no solo queda por debajo de la media española (2,3%), sino que además es más débil que la que las islas registraron un año atrás, cuando ese aumento fue del 3,1%. En cualquier caso, se trata de la cifra de ocupados más alta de la historia conseguida en un mes de octubre.

En el caso de la hostelería, sus 121.660 afiliados del mes pasado suponen un alza muy moderada, de un 0,4%, respecto a 2018, pero si se comparan con el dato de 2009 esa subida llega al 50,1%.

Segundo dato: el número de parados se situó en las islas al cierre del mes pasado en los 50.586, con un crecimiento interanual del 0,7% (369 desempleados más), lo que supone una situación de estabilidad, aunque hay que tener en cuenta que en 2018 se rerducía a un ritmo del 2,3%.

Eso supone que la tasa de paro administrativo (el que está registrado en las oficinas de los servicios de empleo públicos) se ha situado en las islas en el 8,6%, cuando doce meses atrás era del 8,7%.

No hay que olvidar que Balears es la comunidad autónoma que antes recuperó el empleo destruido durante la crisis y que más lo ha incrementado, con un alza del 15,5% respecto a las cifras de 2008. Pero esta expansión resulta cada vez más débil.

Mejora en la calidad

Pero frente a esta tendencia al estancamiento tanto en la cifra de parados como en la de ocupados, sigue habiendo un avance respecto a la calidad del mercado laboral de las islas y de sus niveles de protección.

Para empezar, sigue aumentando el número de personas que disponen de un contrato a jornada completa mientras desciende el de los que solo cuenta con una jornada reducida, situando esta tasa de parcialidad en un 15,5% cuando en el conjunto de España es del 22,8%.

Lo mismo sucede con la temporalidad. El número de personas ocupadas que tienen un contrato indefinido sigue evolucionando al alza, mientras se reduce el de los que tienen un empleo temporal, aunque esta tasa se sitúa en un 33,4% y Llorenç Pou reconoció que sigue siendo demasiado alta para los estándares europeos.

Igualmente significativo es que mientras que el número de parados ha aumentado en un año un 0,7%, los desocupados de larga duración se han reducido un 8,5%.

Finalmente, hay otro dato relevante: hace un año, la tasa de desempleados que recibía una prestación económica era del 46,3%. Al cierre del mes pasado, ésta había amentando hasta el 52,4%. Este avance, según el director general, se explica por la decisión del Gobierno central de recuperar el subsidio para parados mayores de 52 años, que el PP había retrasado hasta los 55 años.

En cualquier caso, desde las patronales CAEB y PIMEM se advirtió de que los próximos meses pueden ser complicados por lo que a la evolución del empleo se refiere ante la desaceleración económica que se está registrando.

Por su parte, los sindicatos UGT, CC OO y USO señalaron también los indicios de que el modelo productivo de las islas ha tocado techo a la hora de generar nuevos puestos de trabajo, de ahí que se reivindique su revisión.