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Entrevista

David Jiménez: "Los periodistas no podemos normalizar la corrupción en nuestras filas, ni vendernos al poder"

"Hay gente que lee 'El Director' como una derrota, pero yo veo como un triunfo el hecho de que se haya publicado"

David Jiménez dirigió 'El Mundo' entre 2015 y 2016. Ha plasmado aquella traumática experiencia en 'El Director', libro en el que denuncia la sumisión de los medios a las grandes empresas y el cobro de sobresueldos por parte de periodistas.

P En el libro se describe a sí mismo como un elemento extraño en la redacción y en los despachos de 'El Mundo'. ¿De verdad nos tenemos que creer que no sabía a lo que iba cuando aceptó el cargo?

R Llevaba veinte años fuera de España, dedicado a cubrir conflictos y revoluciones. Sabía que había problemas en la prensa, pero nunca imaginé las ataduras con el poder que me iba a encontrar. Hay gente que piensa que transmito una imagen de ingenuidad. Puede ser. Pero una crítica que me cuesta aceptar es la de veteranos que te dicen que esto es normal. No podemos normalizar la corrupción en nuestras filas, ni las prebendas, ni vendernos al poder.

P ¿Ha transformado un fracaso en un relato heroico?

R Excompañeros de 'El Mundo' me han dicho que han llorado leyendo 'El Director' por lo que pudo ser y no fue. Hay gente que lee el libro como una derrota, pero yo veo como un triunfo el simple hecho de que se haya publicado. Hace veinte años hubiera sido impensable publicar un libro en el que quedan mal las personas más poderosas de este país. Sí, me echaron después de un año, pero hasta el último día mantuve la integridad de la redacción y mi integridad personal.

P ¿El libro es una denuncia de los vicios del periodismo o de los vicios de 'El Mundo'?

R De los vicios del periodismo español. Muchas de las situaciones que se describen se producen en otros diarios. Y muchos colegas me dicen que personajes como la Digna o el Cardenal también están en sus redacciones.

P ¿Ahora tiene más amigos o más enemigos?

R Tengo más lectores. He perdido algunos amigos que quizás no lo eran tanto si han sido incapaces de afrontar algunas verdades incómodas. Y sí, me he creado algunos enemigos. Pero es que la profesión periodística produce enemigos cuando buscas la verdad.

P Ha abierto la caja de los truenos. ¿Y ahora qué?

R Me gustaría decir que 'El Director' va a cambiar el periodismo en España, pero mentiría. Tenía otra ambición, más realista y que se ha cumplido, que es la de generar un debate en la profesión. Lo ideal sería que más gente diera un paso adelante y denunciara las cosas que van mal en el oficio. Y que desde dentro hubiera una motivación para regenerarnos, que es algo que le pedimos siempre a los políticos. Si no, no vamos a recuperar la confianza de la gente.

P ¿Ve alguna señal de que eso vaya a pasar?

R La aristocracia del periodismo, esos que están muy bien instalados con sueldos estupendos, no tienen ningún interés en que cambien las cosas. Son los que me han desprestigiado a mí y al libro. En cambio, me he encontrado con el entusiasmo de periodistas jóvenes que han tomado el libro como una bandera para el cambio.

P Los poderes financieros que llaman para presionar no parecen tan interesados en la prensa local. ¿Eso nos hace más fiables?

R Me han escrito muchos periodistas de medios locales y lo que me cuentan me hace pensar que es más fácil trabajar en un medio nacional, donde tienes cierta protección, que en medios locales que tienen ataduras muy importantes a poderes políticos y económicos cercanos.

P Denuncia que el periodismo debía vigilar al sistema, pero al final se convirtió en parte del sistema. ¿Cómo deshacer este nudo?

R Volviendo a depender de los lectores, los oyentes y los espectadores. Mientras dependamos del sistema para cerrar el presupuesto del año, de una licencia de radio del Gobierno de turno o de un favor del IBEX para cuadrar las cuentas, no seremos libres. Por eso creo que el modelo de la prensa tiene que ser de pago. Pero antes debemos mejorar.

P ¿El periodismo está echando más gasolina al fuego en la crisis de Cataluña?

R Sí. Uno de los mayores problemas del periodismo español es su incapacidad para diferenciar información de opinión. No tengo nada en contra de que un periódico catalán defienda la independencia en un editorial y que un periódico madrileño se muestre contrario a ella. Pero te encuentras con que la ideología de cada uno contamina la información. Unos y otros han ahondado en la brecha social que existía.

P Las encuestas auguran un notable ascenso de Vox el 10N. ¿Qué responsabilidad tienen los medios en ese éxito?

R Los medios han sido los esteroides de Vox. Cuando les entrevistas y te dan una respuesta falsa, como periodista tienes la obligación de contrarrestar eso con otra pregunta, pero no se está haciendo. Es un partido reaccionario y de ultraderecha, pero no es fascista. No busca la eliminación física de los que no piensan como ellos. Sí creo que son una amenaza porque se basan en la intolerancia al que es diferente.

P ¿Le tienta crear un nuevo medio digital como han hecho otros exdirectores de 'El Mundo'?

R En 'El Director' hablo de un medio que yo soñé en mi juventud, 'El Normal', un periódico al servicio de la gente y sin ataduras. Siempre vas a encontrar cínicos que te dirán que no se puede hacer ese periodismo, pero si amas esta profesión tienes que intentarlo una y otra vez. Así que no descarto, no tanto dirigir, pero sí ayudar a inspirar medios de comunicación con esos principios.

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