La fiscalía solicita una condena de 34 años de prisión para un joven acusado de violar a su novia con prácticas sadomasoquistas dos días seguidos en el apartamento en el que ambos residían en s'Arenal de Llucmajor a principios de agosto de 2018. El sospechoso, de 28 años, que ingresó en prisión provisional hace más de un año, también coaccionó, causó lesiones e infligió un trato degradante a la víctima, según el ministerio público.

El joven supuestamente amordazó a su pareja, tapándole la boca con cinta adhesiva que envolvió alrededor de su cabeza para evitar que llorase y gritase, utilizó varios objetos para forzarla y también la obligó a bailar desnuda para él. El encausado se puso celoso al creer que ella había estado mirando a otro hombre en la playa. Entonces, le dijo que la iba a castigar y que era su esclava. Así, cuando ambos regresaron al apartamento, presuntamente, la obligó a mantener relaciones sexuales con prácticas muy duras y también la obligó a realizarle un show para complacerle.

Al día siguiente, repitió sus actos, agrediéndola sexualmente de nuevo y golpeándola en la cara, las extremidades, agarrándola por el cuello y golpeando su cabeza contra la pared, mientras le decía que le daba igual tener que matarla, según detalla la fiscalía en su escrito de acusación. Finalmente, la mujer consiguió escapar del domicilio, desnuda y cubierta con una toalla, cuando su compañero se dispuso a tomar una ducha. La joven bajó por las escaleras y pidió ayuda hasta que un vecino la auxilió, la acogió en su casa y llamó al 112.

Violencia habitual

La perjudicada sufrió diversas lesiones por todo el cuerpo. La fiscal mantiene que la mujer padeció frecuentes actos de violencia en el verano de 2018. Según su versión, el acusado llegó a rociar el cuerpo de la víctima con spray de pimienta, en otra ocasión le introdujo la cabeza dentro del váter y le lanzó huevos que después le obligó a recoger.

En el mes de julio de 2018, el sospechoso le borró la aplicación de WhatsApp de su teléfono móvil y le cambió la tarjeta SIM, perdiendo ella todos sus contactos, con la finalidad de ejercer un mayor control sobre su pareja.

El juicio contra el encausado está previsto que se celebre próximamente en la Audiencia de Palma. La fiscal reclama para él penas que suman 34 años de cárcel y una indemnización de más de 6.000 euros por las heridas y los daños morales ocasionados, mientras que la abogada de la acusación particular, Laura Moll, pide 35 años de prisión y una compensación de 10.000 euros.

El joven se enfrenta a graves cargos, ya que está acusado de dos delitos de agresión sexual, otro de trato degradante, un delito de lesiones en el ámbito familiar y otro de coacciones. Además, las acusaciones aprecian las circunstancias agravantes de género y de parentesco y la de reincidencia en el delito de lesiones.

En Llucmajor

Llucmajor

Los hechos ocurrieron en el apartamento de s'Arenal de Llucmajor en el que la pareja convivía. El encausado mantenía una relación con la joven desde abril de 2018. En el verano de ese año, presuntamente desplegó frecuentes actos de violencia sobre ella, según la fiscalía.

El pasado 7 de agosto de 2018, estando ambos en la playa, él creyó que ella había estado mirando a otro hombre, por lo que se puso celoso y le dijo que la iba a castigar y que era su esclava. Al llegar a casa, presuntamente violó a su pareja, la insultó y la humilló con prácticas sadomasoquistas.

Un día más tarde, el 8 de agosto, impidió salir del apartamento a la víctima y le reprochó el daño que le había hecho por mirar a otro chico, según su parecer. Entonces, le dijo que tenía que resarcirse con el dolor que le iba a causar a ella. Así, de nuevo la forzó y la agredió de forma brutal golpeándola en la cara, la cabeza y amordazándola, según la fiscal.