La consellera de Salud, Patricia Gómez, presentó ayer la campaña de vacunación contra la gripe para esta temporada 2019-20 que, detalló, comenzará el próximo 5 de noviembre y finalizará el 19 de diciembre y para la que se repartirán por los centros de salud y residencias un total de 144.100 dosis. No obstante subrayó que si al término de la misma quedaran vacunas, toda persona que lo desee aún podría vacunarse.

El año pasado unos 15.000 baleares padecieron la gripe, virus que fue el principal detonante del fallecimiento de unos doscientos ciudadanos que, matizó Patricia Gómez, tenían otras graves enfermedades asociadas. De esta manera quería resaltar la responsable de Salud la importancia de vacunarse y, de paso, aumentar los porcentajes de cobertura antigripal en una comunidad que año tras año registra uno de los peores porcentajes del país.

Gómez reveló que en las islas no se llega a vacunar ni el 50% de población de riesgo, frente a las recomendaciones del 75% de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del 65% de la Comisión de Salud Pública, objetivo que se marcó para este año. "Queda mucho trabajo por hacer", zanjó.

Solo mejor que Ceuta

Tal y como ha informado recientemente el ministerio de Sanidad, durante la campaña antigripal 2018-19 en las islas se vacunaron 73.822 personas mayores de 65, lo que supuso tan solo el 41,5% de todos los baleares que habían superado esa edad y el peor porcentaje de todo el país únicamente superado por la ciudad autónoma de Ceuta, donde se vacunó el 29,8% de sus mayores.

Pese a que Salud se ha marcado como objetivo aumentar hasta en 15 puntos los porcentajes de vacunación en esta comunidad, el lote de vacunas adquirido contradice esa intención. Tal y como desglosó la consellera Gómez, de las 144.100 vacunas adquiridas para esta campaña, 77.000 con una composición más específica -con adyuvantes para potenciar sus efectos- lo han sido para mayores de 65 años, lo que confiere apenas un margen de 3.200 vacunas más que las empleadas el año pasado con un colectivo en el que se vacunaron poco más de cuatro de cada diez personas.

Durante la temporada pasada, y las cifras no diferirán mucho en esta, había censados en Balears un total de 177.667 personas que habían superado esa edad y la Conselleria solo ha adquirido las citadas 77.000 vacunas para protegerlas contra este virus estacional potencialmente muy peligroso para ellas.

Datos facilitados por la Conselleria inciden en que la población total que se vacunó el año pasado contra la gripe ascendió a 115.215 personas. Si 73.822 de ellas eran mayores de 65, las 41.393 restantes serían menores de esa edad con factores de riesgo, trabajadores sanitarios, cuidadores de enfermos, empleados de servicios esenciales como los cuerpos de seguridad o bomberos y las mujeres embarazadas, los otros colectivos/diana de esta campaña.

Para ellos se han adquirido este año 67.000 dosis, cuantificó Gómez antes de redondear la cifra de la compra vacunal con otras 100 vacunas específicas para personas alérgicas al huevo.

Uno de los principales escollos con los que tropiezan estas campañas en las islas son los profesionales sanitarios, tradicionalmente reacios a vacunarse pese a que, recordó la consellera, "deben hacerlo porque no solo están en contacto con enfermos que pueden contagiarles sino que también pueden trasmitirla a sus pacientes. Tenemos que vencer su resistencia", se conjuró planteando la posibilidad de "agilizar" los circuitos para que puedan preservarse más fácilmente y recordando la responsabilidad de hacerlo que tiene un oncólogo con pacientes inmunodeprimidos a su cargo.

Para aumentar las coberturas de vacunación, Gómez recordó los 262.475 sms personalizados que se enviarán a las colectivos de riesgo, la campaña publicitaria institucional así como una mejora en la difusión de los resultados. "Hemos hablado con el Ayuntamiento de Palma para que nos ceda espacios emblemáticos en los que presentar más adecuadamente la campaña", concluyó.