Las empresas promotoras que impulsen la edificación de nuevas viviendas a precio asequible van a gozar de ventajas por parte del Govern a la hora de tramitar el proyecto y de disponer de suelo, o al menos ese es el punto al que se pretende llegar en la negociación que ambas partes iniciaron el pasado día 11, cuando se produjo el primer encuentro entre el conseller del ramo, Marc Pons, y el presidente de la citada asociación empresarial, Luis Martín, junto a otros miembros de sus respectivos equipos. Dos son las medidas que se han puesto sobre la mesa: la posibilidad de cambiar el uso de solares si en ellos se levantan residencias de protección oficial, a precio tasado y alquiler, y gozar de una tramitación mucho más ágil que la del resto de promociones, según han avanzado fuentes del sector.

Aunque esta negociación se encuentra en una fase muy inicial (hubo una primera reunión el día 11 y en principio hay previstas dos más para el 30 de este mes y el 7 de noviembre), sí se han perfilado ya los primeros puntos que se quieren desarrollar para que "finalmente pueda construirse vivienda barata en Balears", según pone de relieve un representante empresarial.

Dos son los puntos básicos que en ese primer encuentro se expusieron. El primero es que hay solares cuyo uso no es residencial (para instalaciones deportivas o sociales, por ejemplo) que siguen sin desarrollarse debido a que las edificaciones que se habían previsto ya no son necesarias o no hay presupuesto público para hacerlas. La fórmula que se plantea es cambiar ese uso a residencial para cederlo a la iniciativa privada pero siempre con la condición de que la promoción que se ponga en marcha tenga un alto porcentaje de inmuebles a precio asequible. Los promotores defienden la posibilidad de que, por ejemplo, se pueda construir un centro de salud en los bajos de un edificio y viviendas en las plantas superiores.

La segunda medida a abordar es que cuando ese porcentaje de "viviendas baratas" sea alto, la tramitación del proyecto se acelere de forma notable, evitando las esperas que superan el año.

Hay algunos aspectos sobre los que se hace hincapié. El primero de ellos es que existe el compromiso de no consumir ni un metro de terreno que no sea urbano o que se trate de un urbanizable que ya está en desarrollo y afectado por la lentitud para la obtención de los correspondientes permisos. Este punto se considera clave para evitar que esta iniciativa pueda generar rechazo en algunos sectores.

"Por primera vez en muchos años hemos visto sensibilidad por parte del Govern para afrontar el problema de la vivienda, y el reconocimiento de que solo con la iniciativa pública no se va a solventar, de ahí que se busque la participación del sector privado", según se pone de relieve. Pero al mismo tiempo, no se oculta el temor a que el 'tren' termine descarrilando. De ahí que se indique que "después del día 7 quizás podamos tener las cosas más claras". Pero si hay acuerdo, se asegura que las primeras viviendas que se hagan por esta vía podrían estar listas en tres años.