El médico amenazado de muerte: "Nos tenía a todos un poco atemorizados"

Según el COMIB, se trata de un paciente que amenazó de muerte a su médico de forma reiterada mediante llamadas telefónicas realizadas al centro sanitario. Esta situación, según el relato de la institución colegial, forzó al facultativo amenazado a personarse el viernes de la semana pasada ante comisaría para interponer la correspondiente denuncia tras la cual la Policía procedió a la detención del agresor.

Tras prestar declaración ante el juez, este decidió dejarle en libertad provisional sin fianza pero con una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse al hospital donde ejerce su víctima, según refleja el auto judicial.

Este diario pudo contactar ayer con el facultativo afectado que mostró su inquietud ante las amenazas recibidas. Unas amenazas que, matizó, nunca le fueron formuladas personalmente sino a través de la secretaria de su servicio y de otras trabajadoras sanitarias del hospital.

De manejo complicado

"La verdad es que nos tenía a todos un poco atemorizados porque se trata de un paciente de manejo bastante complicado", reveló el doctor afectado por este desagradable incidente que pidió expresamente quedar en el anonimato. "Me decidí a denunciarlo ante el Colegio de Médicos para que sirva para concienciar a la gente de que estas actitudes son intolerables", subrayó.

"Nos ha amenazado de muerte a varias personas. Porque sus amenazas no solo iban dirigidas a mí, sino que también lo hizo con la secretaria y una enfermera de mi servicio y otra sanitaria de otro departamento. Eso es lo que finalmente me decidió a personarme el pasado viernes en comisaría para interponer la denuncia", continuó el facultativo.

La relación profesional del médico con este conflictivo paciente y con alguno de sus familiares se alargaría ya desde hace casi tres años, periodo durante el cual el facultativo habría tenido problemas para que el paciente aceptara y siguiera el tratamiento prescrito, circunstancia que habría provocado una relación conflictiva.

Preguntado sobre si pensaba que esta orden de alejamiento solventaba el problema, el médico afectado no las tenía todas consigo: "No sé qué va a ocurrir, cómo va a acabar esto", concluyó.

Seguridad ya prevenida

Preguntada por esta cuestión, desde la gerencia de Son Espases se aseguró que ya eran conocedores de la orden de alejamiento y remarcaron que la seguridad del hospital ya ha sido prevenida para que vigile que el paciente no acceda al centro.

De la misma manera reveló que desde hace más o menos un mes, desde el recrudecimiento de las amenazas, cuando tenía conocimiento de una cita del conflictivo paciente, lo ponía en conocimiento tanto de sus propios servicios de seguridad como de la Policía como medida de prevenir posibles incidentes.

También incidieron en que, al conocer el problema de adicción que padecía esta persona, se le ofreció un abordaje integral del mismo que pasaba por su ingreso hospitalario durante un periodo indeterminado, solución a la que "se negó en rotundo", recalcaron.

El Observatorio de Agresiones del Col·legi de Metges ya ha recogido este nuevo caso de violencia contra un profesional y ha iniciado el seguimiento del mismo, como hace habitualmente cuando tiene conocimiento de actos violentos contra médicos. Su presidenta, la doctora Manuela García Romero, se puso en contacto con el facultativo agredido para trasladarle todo el apoyo y solidaridad de la institución colegial, al tiempo que le mostró su rechazo y repulsa por este nuevo ataque a profesionales sanitarios.

El Col·legi de Metges, que remarcó que se personará como acusación particular en este nuevo incidente, recordó que la agresión a un profesional de la sanidad pública en el ejercicio de sus funciones está tipificada como atentado a la autoridad en el Código Penal y que conlleva penas de hasta 4 años de cárcel.

Policía

La Policía Nacional confirmó ayer la detención, el pasado lunes, de un "hombre español de 62 años por amenazar gravemente en diversas ocasiones a profesionales de Son Espases". Las amenazas, tanto telefónicas como en persona, se remontarían al pasado 16 de septiembre y estarían motivadas porque el personal sanitario se negaba a facilitarle la medicación que requería, según el comunicado policial.

En una ocasión, el hombre aseguró que contaba con licencia de armas y que arreglaría las cosas fuera del hospital, que le daba igual ir a la cárcel. Y al parecer habría refrendado la amenaza al acudir un día a la consulta con un revólver enfundado en su cinturón que extrajo y mostró al desvestirse para ser atendido. La Policía concluye su comunicado revelando que durante la detención del individuo se le intervino en su domicilio un revólver de aire comprimido y un arma blanca con esta misma forma.

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