El juez de instrucción once de Palma ha enviado, a través del Gobierno español, un requerimiento a la justicia colombiana para que agilice la entrega de Carlos García Roldán, el cerebro de la mayor supuesta estafa inmobiliaria de Balears de los últimos años. La extradición de Roldán lleva nueve meses paralizada y en Palma se carece totalmente de información sobre la misma.

García Roldán huyó de Mallorca en abril del 2018, cuando ya pesaban sobre él varias órdenes de detención y un rosario de denuncias y querellas. El fugitivo se refugió en Colombia, en la ciudad de Buga, donde reside la familia de su entonces novia, que, embarazada, se quedó en España.

Roldán estuvo localizado por la Guardia Civil durante su estancia en el país suramericano. Finalmente, fue arrestado el pasado febrero en Buga, cuando jugaba una partida de ajedrez en la calle.

Tras su detención, el presunto estafador manifestó verbalmente su intención de no oponerse a su entrega a España, pero no firmó la aceptación de la extradición hasta meses después.

Sin embargo, fuentes próximas al empresario manifestaron con posterioridad que se estaba replanteando su postura de cara a la extradición.

Silencio absoluto

Las autoridades judiciales colombianas no han facilitado ninguna información al juzgado de instrucción 11 que investiga el caso. No existe hilo directo entre los jueces.

Las comunicaciones se hacen a través del organismo estatal español encargado de tramitar las extradiciones, a quien se ha dirigido el juez de instrucción palmesano para pedir que se acelere la entrega. Por otro lado, las fuentes allegadas a Roldán aseguran también desconocer totalmente cómo está el expediente de extradición. La familia carece de fondos para designar un letrado a García Roldán en Colombia.

Cabe destacar que la instrucción de esta causa en Palma ya está casi concluida. Los más de doscientos afectados ya han prestado declaración en el juzgado y han explicado cómo entregaron diversas cantidades a cuenta, algunas de hasta 180.000 euros, a García Roldán y sus sociedades y vieron que no se construían las prometidas viviendas.

La Guardia Civil intervino a la presunta trama decenas de inmuebles tasados en 1,8 millones de euros, pero se desconoce el paradero de la mayor parte del botín. García Roldán tendrá que dar explicaciones a su llegada a España sobre el destino de los fondos.

Según los investigadores, el empresario usó dinero de sus empresas para fiestas, viajes, restaurantes, casinos y compras ajenas a las promociones inmobiliarias. Un juzgado mercantil tramita, de forma paralela, el concurso de Lujo Casa.

En la causa figuran otros investigados que están en libertad.