PP y Ciudadanos presentaron ayer conjuntamente una queja contra el presidente del Parlament, el socialista Vicenç Thomàs, por permitir el martes el alegado del portavoz de Més, Miquel Ensenyat, contra la sentencia del procés antes de abandonar el pleno. Populares y naranjas consideran que el presidente de la cámara debería haber llamado al orden al dirigente ecosoberanista por desviarse del tema de debate al anunciar que abandonaban el pleno en protesta por el fallo del Supremo.

"Los debates del Parlament deben ceñirse al tema que se está tratando en el punto del orden del día", defendió el popular Antoni Costa la queja formulada junto a Ciudadanos, reclamando a Thomàs que "en futuras ocasiones aplique el reglamento y no permita este tipo de actuaciones en la Cámara". En la misma línea, la portavoz de Ciudadanos, Patricia Guasp, acusó al presidente socialista de "actuar arbitrariamente y de forma partidista para proteger al gobierno de la señora Armengol". "No se puede instrumentalizar la cámara de representación de los ciudadanos como altavoz para ofrecer este espectáculo partidista y lanzar consignas separatistas", defendió Guasp apelando al artículo 117 del reglamento.

"El presidente tuvo una actitud impecable", defendió a Thomàs desde el PSIB, su portavoz, Silvia Cano, señalando que si se repasa el diario de sesiones se ve que es habitual que diputados hablen de otros temas: "Forma parte de la dinámica parlamentaria", restó importancia al episodio la parlamentaria socialista.

"Vox necesita a Més para vivir"

PP y Ciudadanos se desmarcaron sin embargo de la propuesta de Vox de ilegalizar partidos separatistas, entre ellos Més. "Més necesita a Vox para vivir y Vox necesita a Més", ironizó desde el partido de Albert Rivera, Guasp, señalando que "la ilegalización de un partido deben decidirla los tribunales". "No se tiene que castigar que un partido sea independentista, sino que cometa un delito, ser independentista no es ningún delito", la rechazó el popular Costa.