El jurado popular declaró el juaves al mediodía culpable de asesinato por unanimidad a Carlos Peña Flores, por matar a su pareja, de 34 años, quemándola viva tras rociarla con gasolina en el domicilio familiar en Alcúdia el pasado 29 de junio de 2016.

El tribunal popular emitió su veredicto de culpabilidad sobre la una y cuarto del mediodía en la Audiencia de Palma, mientras el asesino confeso, vestido de negro y tapándose la cabeza con una capucha, permanecía impasible cabizbajo sentado en el banquillo de los acusados.

El jurado fue unánime en todos los puntos del veredicto y no se mostró partidario de que sea pedido el indulto para el hombre, español de 39 años, que lleva más de tres años en prisión provisional. Consideraron a Carlos Peña autor responsable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con la agravante de parentesco, y otro delito de incendio con peligro para la vida de las personas, ya que su propio hijo, un bebé de 22 meses, resultó herido en el fuego.

El tribunal también apreció las atenuantes de confesión, ya que el sospechoso reconoció los hechos desde el primer momento, y la de dilaciones indebidas por el retraso de la Justicia en la tramitación de la causa.

La fiscal, el resto de acusaciones y la defensa ratificaron el acuerdo alcanzado que supone una condena de 25 años de prisión para el asesino de Alcúdia. Esta pena es de cumplimiento efectivo.

Tras la lectura del veredicto, el jurado fue disuelto y el caso ha quedado visto para sentencia. Cuando el acusado salía de la sala de vistas, esposado y custodiado por una pareja de la Policía Nacional, preguntó en voz baja y con la mirada perdida: "¿Ya me han condenado?".

El pasado lunes, el hombre admitió todos los cargos. De hecho, el tribunal popular ha tenido muy en cuenta su declaración autoincriminatoria, así como las declaraciones de testigos, peritos de la Guardia Civil, personal del 061 y los médicos forenses para alcanzar por unanimidad el veredicto de culpabilidad.

Además de los 25 años de cárcel con los que se ha conformado por el crimen machista, el procesado también ha aceptado que se le prive de forma definitiva para ejercer la patria potestad respecto de su hijo menor, así como la prohibición de acercarse y comunicarse con él durante 30 años. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a los perjudicados con unos 200.000 euros.

Según declaró probado el jurado popular, Carlos Peña y su pareja desde hacía cierto tiempo mantenían una relación sentimental inestable. El 28 de junio de 2016, ambos discutieron. Ella le comunicó que no quería convivir con él, si bien accedió a que continuara residiendo en la finca de Alcúdia.

El procesado se marchó del domicilio, pero regresó al día siguiente tras comprar un litro de gasolina en una gasolinera próxima sobre las seis y media de la mañana. Roció a su pareja con el combustible de forma sorpresiva y sin que ella pudiera defenderse con la intención de matarla y le pegó fuego con un mechero. Provocó un incendio, poniendo en grave riesgo la vida del hijo de ambos, de 22 meses de edad, que resultó herido.

El asesino aprovechó que las víctimas, a esas horas tan tempranas, se encontraban durmiendo para actuar. Irrumpió en la vivienda golpeando fuertemente la puerta. La mujer, envuelta en llamas, salvó a su hijo al saltar por una ventana de la casa con el niño en brazos.

Luego, se dirigió al domicilio de la madre en coche con el menor. Sufrió graves quemaduras en el 80% del cuerpo y fue trasladada al hospital barcelonés de la Vall d’Hebron, donde falleció el 8 de agosto de 2016 tras diversas intervenciones quirúrgicas para intentar salvar su vida.

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  • "Quería marcarla, no tenía intención de matarla, se me fue de las manos"
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