Si los protagonistas fueran otros, dado que comparten partido, sería lo habitual, pero después de su complicada relación en los últimos años, el espaldarazo es significativo: el expresidente del Gobierno Felipe González no dudó ayer en aplaudir desde Palma al actual presidente Pedro Sánchez por su posición ante las protestas por la sentencia del procés en Cataluña. “Alguna vez me han visto crítico, pero ahora Sánchez está en la posición que debe estar”, pronunció González, defendiendo que “la moderación no es un síntoma de debilidad, como quieren reprocharle, sino de firmeza”.

El expresidente socialista ofreció ayer una conferencia de la mano del Cercle d’Economia en el Hotel Valparaíso de Palma ante los principales cargos del PSOE en las islas, entre ellos, la presidenta del Govern, Francina Armengol, la presidente del Consell, Catalina Cladera, o el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, y el principal tema fue inevitablemente la sentencia del procés y la actual situación en Cataluña.

“Alguna vez me han visto crítico, pero ahora Sánchez está en la posición que debe estar”, aplaudió González al presidente del Gobierno en respuesta a los medios antes de iniciar la conferencia. “Algunos le reprochan que apelara a la moderación, pero la moderación y la firmeza van de la mano”, defendió el expresidente socialista, rechazando volver a aplicar por ahora el artículo 155 en Cataluña.

“Algunos piden más y otros piden menos. Hay quienes piden la ley de Seguridad del Estado. Pero no tiene sentido una medida excepcional cuando los cuerpos de seguridad están actuando perfectamente coordinados”, defendió.

González recordó también las protestas de los chalecos amarillos en París para dimensionar los altercados en Barcelona: “No sé si alguien se acuerda que durante un año y medio cada sábado había protestas en París y nadie dudó de la firmeza del Estado”, apuntó. Si bien González tildó de “intolerable” la violencia y consideró “gravísimo lo que está ocurriendo ahora en Barcelona”, rechazó que por ahora se den “las circunstancias de aplicar el 155”. “Si tiene que llegar, llegará; pero ahora no es el momento”, explicó el expresidente. “El 155 es el último recurso ante una deslealtad al Estado”, añadió después.

“Marchena, impecable”

Durante la conferencia, bajo el paraguas de ‘Crisis de las reglas del juego’, González citó unas palabras del año 1962 del presidente norteamericano John Kennedy, estableciendo un claro paralelismo con las protestas en Cataluña: “Ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea y ninguna turba por rebelde que sea, tiene derecho a desafiar a un tribunal de justicia”, citó el expresidente. “El mayor riesgo para la convivencia es creer que la democracia está por encima de la ley”, advirtió el expresidente del Gobierno.

En alusión a la actual situación González admitió que “hay una parte de fracaso de la política evidente”. “Cuando la política se judicializa es imposibles que la justicia no se politice”, reflexionó, apuntando, no obstante, que “el proceso judicial llevado por le señor Marchena ha sido impecable”. “Las defensas fueron más políticas que jurídicas”, lamentó sobre el juicio.

“Nadie está condenado por sus ideas”, quiso destacar, señalando, además, que “la sentencia da caña a todo el mundo, también a aquellos que pedían al Gobierno pronunciarse sobre el indulto antes de haber condena, y también “a aquellos que piden un 155 permanente”.

Discreto encuentro entre González y Armengol

Horas antes de la conferencia, el expresidente del Gobierno Felipe González mantuvo un encuentro con la presidenta del Govern, su compañera de filas, Francina Armengol, en una terraza de la calle Jaume III de Palma.

Cataluña: Armengol pide evitar “toda crispación posible”

La presidenta del Govern, Francina Armengol, pidió ayer, en relación a la situación en Cataluña, que se evite “toda crispación posible” e invitó a la gente “a la reflexión serena y al ‘seny’” que, dijo “es absolutamente necesario”. “Los problemas políticos deben resolverse desde la política”, señaló la socialista.