La mitad de los mallorquines (el 48 por ciento) apoya claramente el turismo de alquiler en la isla, como motor de la economía, según un estudio efectuado por el profesor de la UIB Joan Grau, del departamento de Economía de la Empresa, por encargo de PAT, la Asociación Española de Plataformas de Alquiler Temporal. Más de uno de cada cuatro residentes (el 26 por ciento) rechaza esta actividad económica, mientras que el otro 26 por ciento no se define rotundamente sobre ella.

La investigación demoscópica fue hecha pública ayer en la UIB y al acto asistieron también Rosa Bayo y Almudena Ucha, presidenta y secretaria de PAT, respectivamente.

Otra de las conclusiones del informe es que cerca de 7 de cada diez residentes consideran que el turismo de alquiler beneficia la economía insular y especialmente a sectores como el de limpieza, mantenimiento y oferta complementaria.

Ganancia directa

La encuesta revela también que uno de cada tres mallorquines se beneficia (él o su entorno) directamente de esta modalidad turística en auge, ya sea alquilando sus viviendas, trabajando en la atención de los turistas o por otras causas. No obstante, casi el 46 por ciento declara que este negocio no le beneficia nada a él o a su familia.

Según explicaron Grau, Bayo y Ucha este tipo de estudios permite hacer una evaluación más real del alquiler turístico y analizar su evolución de cara al futuro. La presidenta de PAT añadió que su asociación quiere facilitar estos trabajos de campo a las Administraciones de cara a la regulación de la actividad.

Bayo señaló también, a preguntas de los informadores, que no hay estudios que demuestren que el alquiler para residentes ha subido por los pisos turísticos.

La presidenta de PAT, que agrupa a varias plataformas importantes en el sector y que en Baleares tiene 29.000 viviendas vacacionales, añadió que el perfil de usuarios es de tipo familiar y que se dan muy pocos casos de inquilinos que perturben a los vecinos o causen alborotos, algo que desde la asociación repudian.

Volviendo al informe, el 55 por ciento de los encuestados opina que el alquiler vacacional es un excelente motor de empleo. También hay muchas personas que se muestran a favor de que con esta fórmula se distribuyan de manera más equitativa los beneficios del turismo.

Enriquecimiento cultural

Una faceta llamativa de las sensaciones que los habitantes de la isla perciben de los turistas que pernoctan en casas particulares es que sus visitas enriquecen culturalmente a la isla. Este beneficio vendría por el hecho de que los vecinos de estos pisos turísticos pueden practicar idiomas con los visitantes.

Frente a los hoteles y complejos turísticos que consumen el escaso territorio de las islas, el turismo en chalés, apartamentos o pisos privados es visto como una actividad más ecológica, en cuanto al espacio utilizado para su desarrollo.

Los críticos contra el turismo de alquileres sostienen que éste pervierte los barrios y las zonas residenciales y gentrifica las ciudades. La encuesta ha revelado que el 45 por ciento de los mallorquines piensa que la presencia de turistas alojados fuera de los hoteles, “contribuye a revitalizar el entorno donde está ubicado el alojamiento, tanto desde el punto de vista económico, como del mantenimiento de viviendas y barrios y la mejora en los servicios”.

Los jóvenes son los que prefieren esta modalidad

El estudio sobre percepción del alquiler vacacional en Mallorca elaborado por la UIB sostiene que esta actividad cuenta con mayor respaldo en la población joven, los menores de 45 años.

También las personas que tienen un nivel de estudios alto o superior, ven con mayor agrado el turismo de alquiler, frente a la oferta tradicional basada en hoteles, apartamentos y cruceros.

Como no podía ser de otra manera, aquellos residentes que consiguen algún beneficio en este negocio lo apoyan con mayor intensidad que sus vecinos ajenos a la actividad.

El informe se ha basado en 772 encuestas a personas residentes en Mallorca. Un 45% de los encuestados vive en Palma.