La fiscal ha rebajado hoy de 30 a 25 años de prisión su petición de condena para Carlos Peña Flores por asesinar a su pareja quemándola viva en el domicilio familiar en Alcúdia el 29 de junio de 2016. La representante del ministerio público ha modificado sus conclusiones al apreciar la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas por el retraso del procedimiento por razones de derecho procesal y para que, de esta manera, el asesino confeso cumpla una pena efectiva de 25 años de cárcel.

El resto de las partes, las acusaciones particulares y popular y la defensa, han mostrado su conformidad y se han adherido a las conclusiones de la fiscalía en la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Palma.

El pasado lunes, el acusado, español de 39 años, que lleva preso preventivo más de tres años, confesó los hechos y aceptó una condena total de 30 años de cárcel. Se declaró autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de parentesco, otro de incendio con peligro para la vida de las personas y otro de lesiones en el ámbito familiar, ya que el hijo de ambos, un bebé de 22 meses, resultó herido en el fuego. En esa ocasión, se le apreció la atenuante de confesión y hoy se le ha añadido otra circunstancia atenuante más, la de dilaciones indebidas, lo que ha motivado una rebaja de cinco años respecto a la condena inicial pactada. A efectos prácticos, la pena de cumplimiento efectivo no varía, ya que será de 25 años de prisión.

La fiscal Ana Picasso ha destacado en sus informes que el acusado quería matar a su pareja y eligió el más cruento de los medios, la quemó viva tras rociarla con gasolina. "Su hijo estaba a un metro, lo expuso a un grave riesgo contra su vida, colocó al niño en una posición de peligro. Gracias a la intervención de la madre, el bebé solo sufrió lesiones leves", ha recalcado la fiscal.

"Su intención era matarla, la roció entera, el cuerpo entero y le prendió fuego. El acusado dijo el motivo, que no quería que ella iniciara una relación con otra persona y que su hijo creciera en brazos de otro. Él sabía perfectamente lo que hacía. Los agentes no vieron nada extraño en él ni los empleados de la gasolinera donde compró la gasolina. Luego, no hizo nada para arreglarlo. Cogió una lata de cerveza y esperó sentado. La víctima pudo escapar y contar lo ocurrido", ha señalado Picasso.

Por su parte, el abogado de la acusación particular, Daniel Castro, ha alabado el comportamiento heroico de la fallecida, quien salvó a su hijo de morir en el incendio el pasado 29 de junio de 2016. "Si no fue por su madre, el niño estaría muerto", ha subrayado. "Para mí una sentencia justa hubiera sido 500 años, pero les tengo que pedir una sentencia ajustada al derecho penal. Él quiso matar a su pareja. Es el vivo ejemplo de la maté porque es mía y no va a ser de nadie más", ha añadido Castro, enfatizando el componente machista del crimen.

"La víctima no pudo defenderse. La quemó viva. Es una forma sanguinaria de matar, es una tortura previa a la muerte. La mató de una forma especialmente dolorosa para ella", ha asegurado Daniel Castro.

El abogado del Govern, Joaquín Tomás, que ejerce la acusación popular, ha calificado de "abominable" la actitud del encausado. "Él ha explicado los motivos por los que lo hizo, explica el odio, el machismo. Y no solo justifica por qué mató a su pareja, sino que encima la culpa. El acusado es frío, pasó la noche fuera, esperó sentado en la gasolinera a que abrieran, tiene la frialdad de pedir una cerveza cuando va a comprar la gasolina... Fue un acto sumamente meditado. No se lamentó de los hechos. Si está cabizbajo ahora a lo mejor es por los años que pasará en prisión", ha criticado Tomás, quien también ha hecho hincapié en el padecimiento de la perjudicada y en su heroicidad al salvar a su hijo y llevárselo en coche, con el cuerpo totalmente quemado.

Por último, el abogado defensor, Antoni Albertí, ha indicado que el propio encausado pide ser condenado "a gritos". Según su versión, el sospechoso ha reconocido los hechos desde el primer momento. "El hombre es malo por naturaleza. No lo podemos condenar a muerte. Nos conformamos con ese máximo de cumplimiento efectivo de 25 años de prisión, es un tercio de la vida de una persona. Jamás podremos reparar el daño causado. Fue una muerte cruel e inhumana", ha admitido con pesar Albertí. Mañana está previsto que el magistrado presidente entregue el objeto del veredicto al jurado popular.

Última palabra

"Solo quiero decir a la familia que lo siento mucho, yo siempre la tendré en mis pensamientos". Carlos Peña Flores, el asesino confeso de Alcúdia que quemó viva a su pareja tras rociarla con gasolina en la casa en la que vivían en junio de 2016, volvió a pedir perdón este miércoles al mediodía en el turno de la última palabra en la Audiencia de Palma. El hombre permaneció impasible durante la tercera sesión del juicio. Vestido de negro, con botas oscuras, vaqueros ajustados y una chaqueta de lana con capucha que cubría su cabeza, siguió toda la vista oral cabizbajo. Solo resopló e hizo un comentario, levantando la mirada del suelo, cuando el abogado de la acusación Daniel Castro realizó sus informes.

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