La sentencia condenatoria del procés catalán provocó que más de mil de personas salieran ayer tarde a la calle en diferentes localidades de Mallorca para protestar contra la decisión del Tribunal Supremo. Hubo concentraciones de protesta en Palma y en once municipios de la Part Forana. El mensaje fue unánime: reclamar la libertad inmediata de los políticos catalanes.

La protesta en la que hubo más manifestantes fue en la de Palma. En la plaza de Cort se concentraron unas mil personas [vea aquí las imágenes de las protestas en Mallorca]. La Policía había reforzado la seguridad, ya que se esperaba también la presencia de una contramanifestación organizada por los grupos españolistas. Sin embargo, apenas diez personas se presentaron en la plaza de Cort portando dos banderas nacionales y, aunque hubo gritos e insultos entre ambos grupos, la Policía evitó cualquier enfrentamiento físico.

El delegado del Gobierno en funciones, Ramón Morey, preocupado por la movilización que se había detectado durante toda la tarde en las redes sociales, en las que varios grupos se retaron a un enfrentamiento físico en la plaza de Cort, hizo acto de presencia en la manifestación para seguir de cerca el operativo policial de seguridad. También acudió el jefe superior de Policía, Gonzalo Espino. Los manifestantes portaban banderas independentistas y gritaron exigiendo la libertad de los presos catalanes, a la vez que cuestionaban la legitimidad de la sentencia del Supremo. Además de gritos de protesta, también hubo cánticos a favor de la independencia de Cataluña.

También fue masiva la concentración organizada en Manacor donde, además, se produjo un enfrentamiento político. El alcalde del municipio, Miquel Oliver, interrumpió el Pleno, señalando que tenía derecho a ausentarse durante unos minutos. Si bien no explicó a los concejales el motivo de dicha interrupción, el alcalde nacionalista lo hizo para asistir a la manifestación contra la sentencia del procés, que se organizó a las ocho de la tarde en la plaza de sa Bassa. El portavoz municipal del Partido Popular se quejó al alcalde de su decisión de interrumpir el acto municipal y le exigió que explicara la razón de esta decisión. Oliver se limitó a señalar que tenía derecho a interrumpir el Pleno. Acto seguido acudió a la plaza de sa Bassa, donde estaban concentradas unas 500 personas. Los concejales de la oposición optaron por abandonar el Pleno, como muestra de protesta por la decisión del alcalde Oliver.

A la misma hora también se celebraron concentraciones de protesta, aunque no tan numerosas como en Palma y en Manacor, en otras localidades en contra del fallo condenatorio del procés. Se organizaron actos de apoyo a los políticos catalanes en Inca, Felanitx, Llubí, Alcúdia, Porreres, Esporles, Pollença, Artà, Santa Maria y Bunyola. Todos los ciudadanos gritaron en contra de la condena y posicionándose a favor de la independencia de Cataluña.