Los mallorquines no casan bien con los hoteleros. Obviando esta tensa relación de tira y afloja, un gallego muy de izquierdas como Iago Negueruela ha provocado un clamoroso incendio al pretender regalar a los empresarios la ecotasa recaudada entre miles de turistas este verano. Como si implantar el impuesto turístico en esta tierra no hubiera costado sudor y lágrimas.

Siguiendo la estela de Xisco Antich, en el Consolat de Francina Armengol nada provoca mayor satisfacción que una foto como la del pasado jueves día 3, con patronales y sindicatos de la mano. Tras anunciar el Govern progresista que donaría a los hoteleros el dinero cobrado a los turistas con fines medioambientales, para compensarles por la quiebra de Thomas Cook, no solo indignó a los votantes de izquierdas y a los moderados de centro por los que suspira Armengol. Los juristas y expertos tributarios se llevaron las manos a la cabeza: "No entiendo cómo lo van a hacer, cómo se puede donar a un tercero un tributo finalista, ya cobrado... Me gustará ver cómo le dan cobertura legal", sentenciaban todas las voces autorizadas.

En su primera legislatura, Iago Negueruela jugaba a estar del lado de los trabajadores; en esta su segunda se ha estrenado como conseller de Turismo por todo lo alto. Con otra galopante crisis económica a la vuelta de la esquina y el Govern en pleno recortando 50 millones de euros -que serán más-, Negueruela entrega sin pestañear tres millones de euros de la ecotasa a los mismos que en su día lograron extinguirla y tumbar al presidente que la implantó, socialista como el conseller. Amén de encumbrar al corrupto Jaume Matas.

Negueruela terminó muy bien su primer mandato, y no podía empezar peor el presente. Més no le perdonará su altivez durante la negociación del Pacto, y quizás también le termine pasando factura con Podemos, si es que algún día despiertan de su ensoñamiento. "Ya os daréis cuenta de quién es Iago y de cómo actúa en su círculo más cercano", vienen advirtiendo altos cargos que han tratado con él. Por decirlo suavemente, el conseller que no ha digerido no ser el vicepresidente del Govern (de ahí su vergonzosa bronca con el titular, con la que quedó retratado), tiene un pronto que estalla a la mínima que le llevan la contraria. Que se lo pregunten sino a sus antiguos colaboradores, especialmente a los que se cogían alguna baja; requiere a los suyos dedicación al cien por cien. "Solo le han aguantado Llorenç Pou e Isabel Castro", sentencia una fuente del Govern sobre sus otrora directores generales en Trabajo, y ambos de nuevo a sus órdenes pese a que la segunda tiene rango de consellera.

Como no podía ser de otro modo, Negueruela ha tenido que rectificar y la ecotasa no se toca. Veremos de dónde saca ahora los tres millones que sigue queriendo entregar. El ambicioso conseller solo ha reconocido "algún error" en el Parlament, cuando sobra decir que el impacto negativo ha sido mayúsculo. "Meternos en este embolado por tres míseros millones... No tiene ninguna lógica", reflexiona un cargo electo de Més.

La forzada reculada no tendrá ninguna consecuencia para Negueruela. "Sigue siendo el gran protegido de Francina", recuerda una voz del PSIB, en sintonía con el controvertido conseller. Y es que en el partido festejan la soledad y arrinconamiento de Biel Company tras exigir la suspensión temporal de la ecotasa por la caída del turoperador británico. "No le ha seguido nadie, ni siquiera un pequeño hotel de interior", aplauden en la calle Miracle.

Negueruela se venía demostrando un buen capital político, y le ha solucionado importantes papeletas a la presidenta, desde los despidos de la central de es Murterar a otros conflictos laborales. Podemos descubrió a las kellys, pero fue Negueruela desde el Ejecutivo el que les dio el reconocimiento formal y puso recursos para mejorar sus condiciones de trabajo. En Balears hay paz social porque los sindicatos comen en la palma de su mano. Tiene influencia en Madrid, y un currículum solvente.

Armengol quiere dejar una vasta herencia, y necesita que los hoteleros sigan quietos. Así, pactaron que Negueruela era el hombre. Había que dar carpetazo al paso de Més por la Conselleria. Para su reelección, la líder del PSOE pudo sacar rédito a los convenios de hostelería y de comercio, ambos con sello de Negueruela. Dicen en la trastienda que los grandes de las cadenas accedieron, arrastrando a la patronal, a cambio de que el Govern pusiera coto al alquiler turístico.

Claro que un hito tan importante como es lograr subidas salariales para el personal de hostelería del 17% en cuatro años, nada menos que con un gobierno socialista, elevaba la factura. Ahora que a Negueruela le toca lidiar en primera persona con el sector, quiere asegurarse la complicidad. Solo que saldar su deuda política con los hoteleros usando dinero de la ecotasa es, además de indecente, muy poco inteligente por su parte.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • La devolución de la ecotasa a los hoteleros ahonda en la brecha entre el PSOE y Més
  • Negueruela revienta a gritos una reunión de Yllanes con funcionarios alegando que "es ilegal"

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO