Laura Miró Bonnín es una joven historiadora mallorquina a la que le apasiona conocer la historia de sus antepasados, los judíos conversos. Se trata de los xuetas, unas personas con unos determinados apellidos que durante muchos años fueron marginados en Mallorca. La historiadora ha escrito un libro que titula: La contemporaneïtat xueta, que presenta hoy en la biblioteca de Can Llobera, en Pollença.

Xuetó fue una denominación que solo se utiliza en Mallorca y durante muchos años las personas que tenían estos apellidos sufrieron una especie de marginación. A pocas familias les agradaba la idea de que sus hijos se casaran con un xuetó y de allí que exista tanta endogamia en este colectivo.

La historiadora asegura que en la actualidad el estigma negativo que tenía el xuetó prácticamente ha desaparecido, pero durante muchos años en Mallorca estas familias lo pasaron muy mal. "Las nuevas generaciones de jóvenes de Mallorca ya no saben lo que es un xuetó, ni tampoco lo que representó".

El libro de Laura Miró se basa en un profundo estudio de los documentos escritos, pero sobre todo del conocimiento que ha alcanzado tras hablar con decenas de xuetons. De hecho, tiene previsto desarrollar una tesis doctoral sobre este tema. "Las familias de xuetons se concentraron durante muchos años en la calle de la Arganteria, donde tenían sus negocios. Eran un referente en la venta de joyas. La mayoría de estos negocios ya no existen".

La joven escritora ha investigado para determinar en qué momento nace el mote negativo de xuetó y la causa por la que únicamente se utilizó en Mallorca. Cree que tiene su origen en la publicación de un documento en el siglo XIX en el que se recuperan los nombres de las familias judías que se reconvirtieron al cristianismo en la época de la inquisición.

"Durante muchas generaciones de xuetons solo se mezclaban entre ellos. Por ello, se explica que en Mallorca hay muchas personas que tienen sus dos apellidos que procedentes de antepasados judíos conversos". La escritora asegura que esta endogamia se mantuvo en Mallorca hasta prácticamente la mitad del siglo pasado. A través de su investigación ha podido comprobar que muchos niños, solo por ser xuetons, lo pasaron muy mal en el colegio. "En la clase, cuando se pasaba lista y se decía un apellido xuetó, los otros niños se reían de este compañero, pero no sabían la razón de estas burlas".

En el libro también se describen las dificultades que tuvieron estos judíos conversos para introducirse en la iglesia católica. "Siempre que se celebraba una festividad religiosa, los xuetons no podían participar y la gracia era terminar el día insultándoles".

Laura Miró aclara que esta persecución social que sufrieron los judíos conversos solo ocurrió en Mallorca. De hecho, "muchos xuetons tuvieron que emigrar a la Península y desde allí denunciaron la situación de marginación que estaban sufriendo estas familias en Mallorca".

La historiadora asegura que esta persecución ya está más que superada y que ya nadie en Mallorca señala a una persona por su condición de xueta.

La falsa fama de tacaños que tenían estas familias

Durante muchos años en Mallorca se utilizó la palabra xuetó para definir a una persona tacaña. Laura Miró asegura que, si bien es cierto que esta marginación ha desaparecido, hoy en día se sigue empleando la palabra xuetó cuando quieren definir a un tacaño. Sin embargo, las nuevas generaciones tampoco conocen a qué responde esta relación. La historiadora asegura que también es falso el concepto que se tenía de que todas estas familias eran ricas.