La presidenta del Govern, Francina Armengol, firmó ayer en Bruselas una declaración conjunta junto a los gobiernos de Córcega, Cerdeña y la isla maltesa de Gozo para reclamar a la Unión Europea medidas para compensar la insularidad. Una reclamación que trasladó posteriormente por la tarde en la sesión plenaria del Comité de las Regiones de Europa.

En el marco de la semana europea de las regiones, la presidenta del Govern, Francina Armengol, participó en un encuentro con el presidente de Córcega, Gilles Simeoni, y con la ministra de Gozo en el Gobierno de Malta, Justyne Caruana, en el que se firmó una declaración conjunta a la que también se sumó el presidente de Cerdeña, Christian Solinas, para plasmar las desventajas de la "insularidad mediterránea" y la necesidad de compensarse por parte de las instituciones europeas.

En representación de las islas, Armengol participó posteriormente en el Comité de las Regiones, donde explicó que la insularidad "obliga" a asumir costes de transporte y logística que perjudican las empresas y encarecen la vida de los residentes, "exige un esfuerzo presupuestario superior para cubrir servicios básicos como los sanitarios, educativos o sociales" y que el hecho de ser un territorio limitado "condiciona de manera decisiva las infraestructuras y la transición hacia las energías renovables".