Los trabajos ejecutados por el Govern para reforzar el cauce del torrente fuera del pueblo están muy avanzados, pero algunas de estas actuaciones han sido puestas bajo sospecha por vecinos y expertos. En particular, el recubrimiento de los márgenes del torrente con "falsa piedra seca" en un largo tramo que discurre por los alrededores del pueblo.

"La estructura es inestable y el cauce ha quedado demasiado estrecho", apuntan algunas voces críticas con estos trabajos. El cauce del torrente está atravesado en varios puntos por puentes de pequeñas dimensiones que, en caso de una eventual riada, "actuarán como tapón", señala un técnico que prefiere mantenerse en el anonimato.

Uno de los proyectos de reparación que más recelos despierta es el desvío del torrente cerca del camí de ses Planes. Las máquinas han alterado el cauce en un tramo y algunos vecinos consideran que este hecho "dispara el riesgo de desbordamiento" del agua en caso de que vuelva a llover con intensidad.

El Llevant ha sufrido media docena de riadas desde 1943, siempre entre septiembre y noviembre.