El IB-Salut asegura que solo "ha incrementado el sueldo de todos sus funcionarios [también a los directivos] en un 0,25%, tal y como establece el ministerio de Hacienda en el BOE de 21 de junio de 2019". Este porcentaje desmiente las cifras colgadas en el portal de transparencia del Govern según las cuales el coste salarial del conjunto de sus directivos se ha aumentado en un 10,4% al pasar de los 828.850 euros que percibían antes de un decreto aprobado en el mes de agosto para modificar su estructura orgánica a los 915.711 que cobran desde entonces.

También explica el Servei de Salut que tanto la nueva dirección de Gestión y Presupuestos, que en el nuevo organigrama ostenta el ex secretario general del IB-Salut, Manuel Palomino, como la dirección de Coodinación Administrativa, que ahora ocupa María del Mar Rosselló, no cobraron con retroactividad de 1 de julio sus nuevos emolumentos.

Dado que eran nuevos nombramientos, alegan, comenzaron a percibirlos tras su publicación en el BOIB, a partir del 1 de septiembre. Sin embargo, los otros once directores del IB-Salut que repitieron en sus cargos u ocuparon una dirección ya establecida en la anterior estructura orgánica del Servei de Salut, sí cobraron sus nuevos salarios con retroactividad desde el pasado 1 de julio cuando, tal y cómo se especifica en el portal de transparencia, esos pagos fueron aprobados en un Consell de Direcció del IB-Salut celebrado 25 días después, el 25 de julio.

Incide el IB-Salut en que, "según la tabla retributiva 2019 de personal directivo, aprobada el 25.07.2019, el sueldo fijo de un director y subdirector es de 56.317,46 euros anuales y tienen un complemento en función del grado de cumplimiento de los objetivos marcados por el Servei de Salut, máximo de 14.258,13 euros en el caso de los directores Asistencial, de Gestión y Presupuestos y de recursos Humanos y Relaciones Laborales, y de un máximo de 12.151,39 euros en el caso de los subdirectores".

"El grado de cumplimiento de los objetivos está especificado en los contratos de gestión de cada gerencia que determina entre otros indicadores de presupuesto, la evolución de las listas de espera, indicadores de calidad asistencial, etcétera. Nunca se ha llegado a un cumplimiento del 100%. El complemento marca un techo máximo que nunca se ha alcanzado y que varía cada año porque los contratos de gestión son anuales", alega el IB-Salut sin tener en cuenta que tanto el gasto consignado en el portal de transparencia para sus directores antes y después del decreto de agosto contemplaba, en ambos casos, el pago de las máximas retribuciones variables.