Hace dos semanas que quebró Thomas Cook y se va conociendo cómo cayó la noticia, en el seno de las principales cadenas hoteleras mallorquinas. Desde Barceló Hotel Group, siguiendo con su discreción, se descarta revelar si la compañía formó parte de las que trataron de salvar in extremis la caída del grupo británico.

Otra cosa es el panorama de movimientos de activos que se avecina en las islas. La hotelera comandada por los copresidentes Simón Barceló Tous y Simón Pedro Barceló Vadell, en plena expansión, podría jugar un papel importante en este nuevo contexto, con el revolcón que ha supuesto para las empresas las deudas y contrataciones perdidas que les deja el otrora gigante.

“No vamos a entrar en comentarios concretos”, responden fuentes de Barceló, por lo que no es posible dilucidar si la hotelera familiar apoyó la maniobra orquestada por Miguel Fluxá para evitar la quiebra el pasado 22 de septiembre. Aquella operación con la que el presidente de Iberostar no logró convencer al Gobierno británico, sí ganó el apoyo de la consejera delegada de Riu, Carmen Riu, o del presidente y fundador de Hipotels, Juan Llull, uno de los principales damnificados, con una deuda que ronda los 20 millones de euros. Por contra, Gabriel Escarrer la descartó. Para el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá llegaba tarde y no tenía viabilidad alguna.

Tampoco Barceló desvela si la quiebra ha afectado a la compañía en alguno de sus destinos. Sin embargo, siempre con la cautela que caracteriza a la hotelera, se manifiesta que “todavía” no han analizado la posibilidad de hacerse con los hoteles que manejaba Thomas Cook. Se recuerda que la compañía está en fase de crecimiento y expansión, “pero los activos concretos deben ser analizados con detenimiento para valorar si alguno interesa o no”.

“Voluntad de dos partes”

“Es posible que surjan oportunidades de concentración y ahí” Barceló Hotel Group “siempre intentará jugar un papel activo, como lo ha demostrado”. Se recuerda, además, la dispersión de la hotelería española y el tamaño de las cadenas; “aun siendo importantes, son todavía pequeñas para competir con las europeas y norteamericanas”. Y lo más relevante, y un guiño a interesados: “Para que se produzcan esas fusiones, concentraciones o absorciones es necesaria la voluntad de, al menos, dos partes”. El otoño vendrá caliente en el panorama hotelero.