El cartel electoral socialista al Congreso por el PSIB, Pere Joan Pons, y los aspirantes al Senado Cosme Bonet y Susana Moll apelaron ayer a los votantes progresistas a acudir a las urnas a pesar de "entender la frustración" ante una nueva cita electoral. El PSIB asume así el riesgo de la abstención con el mensaje de que si esta se produce en los votantes de izquierdas puede llegar un Gobierno de "derecha y extrema derecha" que aplicaría políticas de recortes, "retrocesos e involución". Por ello afirmaron que los socialistas piden el voto "no como una segunda oportunidad", sino para "levantar un muro de contención frente a las tres derechas que vienen a recortar los derechos sociales y las libertades".

Pons defendió que "la mejor manera de conseguir estabilidad" es un Gobierno progresista y dejó claro que el objetivo del PSIB es volver a ser "el partido más votado" el 10 de noviembre en Balears. Así, los candidatos insistieron en que la nueva convocatoria de elecciones no es "ninguna segunda oportunidad", sino una prueba de "funcionamiento democrático".

"La Constitución prevé que si en dos meses no hay acuerdo, deben celebrarse nuevas elecciones", resaltó Cosme Bonet, quien incidió en que "la frustración de volver a votar y perder diez minutos un domingo de noviembre no es nada comparada a la frustración del votante progresista" si al optar por la abstención se abre la puerta a un Gobierno de PP, Cs y Vox.

Pons, quien puso constantemente a la líder del PSIB y presidenta del Govern, Francina Armengol, como ejemplo de lo que supone un Ejecutivo progresista, admitió que hubo "oportunidades" para formar Gobierno y consideró que deberían haberse concretado "en forma de coalición primero o de pacto programático después" entre PSOE y Podemos.

Junto a ello defendió el trato del Gobierno de Pedro Sánchez a Balears poniendo como ejemplo cuestiones como las medidas ante la quiebra de Thomas Cook y quitó importancia al posible recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Residuos de Balears al entender que "llevar un tema al Constitucional no es cuestionar la política" del Govern. En este sentido Susana Moll sostuvo que "el tándem Armengol-Sánchez funciona muy bien"y recordó medidas como la subida del salario mínimo o el REB. Junto a ello consideró que trabajar con los presupuestos del Gobierno de Rajoy prorrogados "ocasiona muchos problemas".