El PSOE aparca por ahora su particular 'ley de símbolos' planteada ante la polémica por el lazo amarillo de Més en la fachada del Parlament. El presidente de la cámara, el socialista Vicenç Thomàs, deja en stand by cualquier normativa sobre la regulación de los usos de los exteriores del edificio de la institución después de las críticas de sus socios de Més.

Hace una semana, la portavoz de los socialistas, Silvia Cano, planteaba "estudiar si en el futuro se aboga por hacer una normativa de usos de los exteriores y la fachada del Parlament" con el objetivo de "garantizar la neutralidad de las instituciones". "Podemos mirar cómo lo hacen en los parlamentos de otros lados", explicó Cano, subrayando, no obstante, que "la libertad de expresión de los diputados está garantizada".

La portavoz socialista respondía así a los medios en plena polémica por la presencia del lazo amarillo en apoyo a los líderes independentistas presos en la fachada del Parlament y con un borrador sobre una normativa de usos de los espacios de la cámara sobre la mesa del presidente de la institución, Vicenç Thomàs.

Las palabras de la socialista toparon con la aireada respuesta de Més. La cúpula de los ecosoberanistas se pronunció en un duro comunicado contra sus socios. "No se puede gobernar contra los socios que apoyamos la investidura y que participamos en el Govern para recibir el aplauso de los cantantes del Cara al sol", llegaron a pronunciar desde Més. "El PSOE debe decidir entre los aplausos de la derecha reaccionaria y el trabajo comprometido de Més, porque con Vox no permitiremos ni una equidistancia", seguía el comunicado de los ecosoberanistas, que acababa señalando que "después de haber vuelto la pasada legislatura al consenso lingüístico, a la voluntad de normalizar el catalán y a la libertad que impedía la ley de Símbolos, querer dar pasos atrás hacia Bauzá no será con la participación de Més".

Después de haber reculado exigiendo finalmente el requisito del catalán para el director del Institut d'Indústries Culturals (ICIB) que Més reclamaba en el mismo comunicado, en la reunión de la mesa del Parlament de ayer, el PSOE reculó otra vez a través del presidente Vicenç Thomàs, que dio luz verde a una normativa de usos que se ciñe a los espacios interiores de la cámara, dejando fuera lo referido a símbolos en la fachada.

Sin lazo desde el viernes

En cualquier caso, la cámara tuvo que retirar el pasado viernes el lazo amarillo que desde el pasado 10 de septiembre los diputados de Més habían vuelto a colgar desde el balcón de su despacho en el edificio de oficinas del Parlament. La Junta Electoral fue quien dio la orden de retirada tanto a Més como al Parlament después de aceptar una denuncia del PP, que ya había solicitado su retirada.

El lazo ya había sido retirado el pasado mes de abril también por orden de la Junta Electoral. En ese momento Més sustituyó el lazo por el símbolo del Sinsajo Sinsajo de la saga literaria de Los Juegos del Hambre.

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