La sección segunda de la Audiencia de Palma ha condenado a sendas penas de un año y nueve meses de cárcel a cuatro de los seis hijos varones del desaparecido empresario José María Ruiz Mateos y a los otros dos a dos años de cárcel por una estafa, agravada por su cuantía, en la compra, entre 2006 y2011 del hotel Eurocalas de Manacor. La sentencia obliga a los seis empresarios a indemnizar con 12,7 millones de euros a Miguel Miralles, dueño del Grupo Miralles, que vendió el establecimiento.

El tribunal ha dado la razón a la abogada de la acusación particular Isabel Fluxà y al fiscal Juan Carrau que imputaron una estafa a los encausados, que descargaron en su padre la responsabilidad de la compra.

La operación se hizo a plazos y los ahora condenados ofrecieron como garantía su patrimonio personal y el de Nueva Rumasa, que ya en 2008 sufría serios problemas económicos. También usaron testaferros y empresas de paraísos fiscales para la operación.

Se trata de la segunda condena por una estafa similar para José María, Álvaro, Alfonso, Zoilo, Pablo y Javier Ruiz Mateos, que cumplen condena en la cárcel de Aranjuez por el anterior delito.

Majestuosas dependencias

La sentencia declara probado que Ruiz Mateos padre y sus hijos engañaron al hotelero mallorquín Miguel Miralles haciéndole creer que vivían en la opulencia y que Nueva Rumasa era sólida, solvente y rentable. Para ello le invitaron a comer a su mansión de Somosaguas (Madrid), donde vivía el cabeza de familia con su mujer y sus seis hijos varones y donde tenían los despachos de trabajo. También le agasajaron con fastuosas fiestas en sus bodegas de Garvey (Jerez).

“La familia Ruiz Mateos aparentó en todo momento disponer de un gran patrimonio y llevar un nivel de vida altísimo, con majestuosas dependencias y pluralidad de trabajadores de servicio (...); también le exhibieron al señor Miralles vídeos de la solvencia y diversificación del negocio [Nueva Rumasa] de las empresas familiares con implantación en distintos sectores de actividad, tales como alimentación, bodeguero y vinícola, una empresa dedicada a la actividad hotelera y otra a la distribución”, declara probado la Audiencia.

El tribunal resalta que la familia hipotecó el hotel Cervantes de Torremolinos, dado como garantía para el pago aplazado del Eurocalas, y lo transfirió a otras empresas del Grupo. Según el fallo, los hoteles adquiridos por los Ruiz Mateos fueron rápidamente hipotecados y ese dinero fue desviado a otras empresas del Grupo. Los Ruiz Mateos tienen pendiente en Palma un juicio por otra estafa.