Las asociaciones de inmigrantes salieron el pasado lunes de la Delegación del Gobierno sin una solución al grave problema que padecen a la hora de conseguir cita previa para hacer sus gestiones ante Extranjería o la Policía Nacional, y que está generando demoras de meses para renovar sus papeles y proceder a las reunificaciones familiares, más allá de ponerse sobre la mesa algunas medidas puntuales para limitar los prejuicios, según señalaron los representantes de estas organizaciones.
A este encuentro con el delegado en funciones, Ramón Morey, acudieron los responsables de las asociaciones de Marruecos, Colombia, Portugal, Bolivia, Uruguay, Venezuela y República Dominicana.
El alcance del problema que padecen los inmigrantes a causa de las citadas demoras, lo que lleva a muchos a encontrarse con sus permisos caducados, es tal que impide que puedan cobrar las ayudas por desempleo o incluso poder viajar a su país tras años de ausencia para ver a su familia al no conseguir el permiso de retorno, por citar algunos ejemplos, según señalan abogados que trabajan con estos colectivos y que no dudan en afirmar que se ha generado un “problema terrible”.
El presidente de la asociación de marroquíes, Mustafa Boulharrak, señaló que el argumento expuesto por Ramón Morey es la falta de personal que padece la Administración estatal en las islas, debido a que son muy pocos los baleares que realizan oposiciones para ser funcionario del Estado, optando por las convocatorias autonómicas. Eso hace que una mayoría de este personal proceda de otras autonomías, y pidan el traslado a la menor oportunidad, especialmente si se tiene en cuenta el elevado coste de la vida del archipiélago en aspectos como la vivienda. El resultado es que hay un gran volumen de vacantes sin cubrir, con la correspondiente escasez de personal.
El representante de Marruecos indicó que durante este encuentro no se puso ninguna solución sobre la mesa, más allá de crear un foro de encuentro conjunto, en el que también puedan participar los respectivos consulados, con el fin de abordar los problemas existentes. También se va a aplicar un sistema para evitar que caduquen los documentos que se obtengan en su país de origen y evitar el tener que volver a pagar para actualizarlos, o buscar la colaboración del centro de información a la inmigración del Govern (OFIM). Pero Boulharrak insistió en que nada de eso va a poner fin al problema que ahora se sufre.
