El presidente de la asociación balear de consumidores Consubal, Alfonso Rodríguez, reivindica la necesidad de fijar cambios en la legislación para que los ciudadanos se animen a reclamar más los posibles abusos que padecen cuando contratan algún servicio o compran algún producto, y uno de ellos es que todas las reclamaciones deberían de centralizarse en la Dirección General de Consumo, para que sea ésta la que después la traslade hasta el organismo competente. Porque en su opinión, el actual laberinto al que se enfrenta el ciudadano desincentiva que se formulen las denuncias. Así, recuerda el papel del Banco de España frente a las entidades financieras o de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea en el caso de las aerolíneas.

Consumo destaca el aumento de las reclamaciones presentadas por internet, para las que solo se pide el número de un teléfono móvil.

Otra petición es un endurecimiento de las multas, sobre todo en el caso de reincidencia. Pero en este punto, Rodríguez pone en valor la nueva ley balear de Consumo que el Govern quiere llevar al Parlament para que pueda aprobarse a finales del próximo año y que prevé elevar las multas más graves hasta el millón de euros.

Respecto a esta última, aplaude el papel jugado por el anterior director general de Consumo, Francesc Dalmau, no solo por haber elaborado un proyecto que se ha podido consensuar entre empresas y asociaciones de consumidores, sino por haber incorporado aspectos que la convertirán en pionera, como que no se pueda desarrollar la venta a domicilio sin autorización previa del consumidor, una medida adoptada, entre otros motivos, por los fraudes detectados en relación a sectores como el de suministro eléctrico y de gas.

Pero al margen de las mejoras que esa futura ley va a suponer para los consumidores de Balears, Alfonso Rodríguez apunta las medidas preventivas que los propios ciudadanos pueden adoptar en la contratación de algunos servicios.

En relación al sector que más reclamaciones genera, como es el de telefonía móvil e internet, recuerda que muchas de las quejas se deben a los problemas para darse de baja en una compañía y pasarse a otra, y que lleva a situaciones como que la que se ha dejado siga enviando facturas.

En este aspecto, el presidente de Consubal recuerda que el cliente, de la misma forma que puede contratar el servicio por teléfono, puede darse de baja por la misma vía. Pero en este caso, aconseja grabar la conversación que se mantenga con la empresa en ese momento, algo que recuerda que es legal sin necesidad de que el cliente avise de que está registrando esa conversación, a diferencia de lo que sucede con la empresa, que sí tiene que advertirlo.