El tijeretazo del Govern de GovernFrancina ArmengolEs el recorte que se aplicará en los presupuestos del año que viene y que hoy empezarán a tramitarse con la aprobación del límite de gasto. Un recorte del gasto público que llega en medio del enfriamiento de la economía, de la elaboración de un plan de ajuste y de un agujero que rondará los 300 millones de euros si finalmente llegan los 177 millones pendientes de Madrid.
Después de cuatro años de aumentos anuales y récords del gasto público, el Pacto inicia su segunda legislatura con un recorte en sus primeras cuentas. El Consell para la tramitación de los presupuestos de 2020 y por primera vez los partidos de la izquierda rebajarán ese límite en alrededor de 80 millones de euros.
Pese a mantener todavía entre sus previsiones un crecimiento de la economía del dos por ciento, el Pacto contrae por primera vez el gasto del Govern en sus presupuestos. El año pasado, en lo que eran las últimas cuentas de la legislatura, el techo de gasto aumentó prácticamente en 350 millones de euros hasta colocar el gasto no financiero en 4.434 millones, que configuraron las cuentas más elevadas de la historia.
Reunión extraordinaria
En una reunión extraordinaria de los consellers mantenida esta semana, los tres partidos que lo integran, PSOE, Podemos del año que viene en esos cerca de 80 millones de euros, lo que dejará el gasto no financiero por debajo de 4.400 millones. En las últimas semanas, tanto la presidenta Armengol como la consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, ya habían advertido que las próximas cuentas se tratarían de unos "presupuestos prudentes".
Hay que recordar que ante la falta de Gobierno en Madrid y sin la información del Ministerio de Hacienda, Armengol avisó que el Govern elaboraría sus cuentas con sus propias previsiones.
Paralelamente, el director general de Presupuestos, Joan Ignasi Morey, ha llevado a cabo esta semana una ronda de reuniones con todas las conselleries para informarles del recorte en sus áreas. Un recorte medio del 6,5 por ciento que será asimétrico entre las conselleries. Sanidad, Educación o Servicios Sociales son las áreas con las que se va a ser más sensible.
Según detallan fuentes del Govern, el capítulo uno, que incluye las nóminas de los empleados públicos esquivará la tijera, que recaerá, por contra, en proyectos, inversiones o en gasto corriente.
Todo ello será previsiblemente incluido en el plan de ajuste que el Govern debe presentar de forma inminente al Ministerio de Hacienda y a la Autoridad Fiscal Independiente (Airef) después de incumplir el año pasado la regla de gasto. Mientras, Hacienda mantiene bloqueadas desde junio diversas partidas de las conselleries con el objetivo de contener el gasto del actual ejercicio y enderezar unas cuentas que, según los últimos datos del ministerio de Hacienda, presentan un agujero de 393 millones de euros.
Si bien el anunciado desbloqueo de los 177 millones de la mejora de la financiación adeudados por el Gobierno de Sánchez prometen reducir ese déficit, la caída de la recaudación mantendría por ahora la cifra en unos 300 millones.
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