Son Sant Joan crece, por partes, en diferentes proyectos que llevan a cabo tanto Aena como el gestor de la navegación aérea, Enaire, en un aeropuerto con una elevado tráfico con grandes picos en temporada alta y en un territorio insular vulnerable. Por ello, la Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA) insta al ministerio de Transición Ecológica a que tenga en cuenta cómo debería seguir creciendo el tercer aeropuerto de la red estatal sin perder de vista los impactos ambientales.

En este contexto, ayer la CBMA, dependiente de la conselleria del ramo, aprobó instar a Madrid a que se redacte un estudio de impacto ambiental ordinario, en lugar del simplificado que solicitaba Enaire para lleva a cabo el proyecto 'Rediseño de maniobras de salida y llegada instrumentales'.

El GOB, por su parte, también hizo llegar sus consideraciones sobre el mismo proyecto al ministerio a finales del pasado agosto. Entre ellas, los ecologistas cuestionaban que el crecimiento de Son Sant Joan se lleva a cabo con proyectos que se evalúan de manera fraccionada, incidiendo en el incremento del tráfico aéreo en una isla con "índices graves de masificación turística y turistización excesiva".

El proyecto de Enaire se justifica en que actualmente en el aeropuerto se dificulta la gestión del tráfico aéreo, lo que genera "un aumento de la congestión de las instalaciones y del espacio aéreo, y se traduce en demoras de los vuelos en origen y de los que tienen que esperar en el aire hasta obtener permiso para aterrizar, entre otras trabas que conllevan mayor consumo de combustible y más emisiones al medio ambiente.

En este sentido, desde la Comisión Balear de Medio Ambiente, se subraya que el plan del gestor aéreo tiene aspectos positivos, pero aún así, se considera que se ha de tener en cuenta además de la perspectiva ambiental, la social, entre otras. Y también la participativa de los órganos autonómicos en la toma de decisiones sobre nuestra arteria aeroportuaria; es decir en una alusión deslavazada a la cogestión que demanda Balears en Son Sant Joan.

Se llama a que se aporten más estudios de contaminación, medidas contra el ruido o sobre los peligros para las aves, como el voltor negre.

Aunque la valoración de la CBMA no obliga al Mnisterio a exigir a Enaire un informe ambiental más exhaustivo para llevar a cabo los cambios en las rutas de los aviones, se espera que, como en otras ocasiones, se tenga en cuenta la recomendación. Y, como el GOB, la Comisión pide que se evalúen los efectos sinérgicos de los proyectos de crecimiento del aeropuerto, que son por lo menos cuatro, incluyendo un inmobiliario. El Govern aboga porque no se incremente la capacidad aérea con más vuelos y pasajeros en Mallorca. Debería actualizarse el plan director del aeropuerto, que data de 2001.