El trabajo de investigación del mallorquín Antoni Celià Terrassa (sa Pobla, 1982) sobre los mecanismos moleculares de la metástasis vinculados al cáncer de mama recibió ayer un importante espaldarazo.

El proyecto científico que lidera en el Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques de Barcelona recibió uno de los premios de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) para trabajos de investigación, lo que le asegura una financiación de 300.000 euros durante los próximos tres años.

"El premio es una gran alegría", comenta Celià. "En primer lugar porque nos va a permitir empezar a partir de diciembre con un trabajo del que ya tenemos líneas avanzadas. Y al mismo tiempo nos asegura poder aumentar el grupo investigador de seis a siete personas", concreta.

Celià quiere recalcar "la buena labor que desarrolla la Asociación Española contra el Cáncer desde la prevención en la calle hasta el impulso a la investigación".

"La dotación del premio es muy superior y mucho más generosa a cualquier ayuda o beca a la que pueda optar un investigador de los fondos del Estado", recalca. "Por eso, deseo transmitir que cuando ayudamos a la Asociación Contra el Cáncer depositando unas monedas en las huchas de sus voluntarios también estamos ayudando a los investigadores".

La revista Science publicó en mayo y dio relevancia internacional a la investigación de Celià, que intentará consolidar a partir de diciembre y durante los tres próximos años.

"Con la ayuda que hemos recibido estamos muy esperanzados de encontrar una aplicación médica al trabajo de laboratorio. Ese es nuestro objetivo, hallar terapias que sean útiles", indica. "La mortalidad del cáncer de mama es muy baja en comparación con otros cánceres, pero cuando alcanza fase de metástasis resulta muy difícil tratarlo, comenta. "Nuestra investigación se centra en esos procesos que provocan que el cáncer se extienda y sobre todo en encontrar terapias que lo detengan", concreta.

El proyecto de Celià parte de la constatación de que muchos pacientes con cáncer no responden bien a los tratamientos o sufren recaídas. Son tratamientos que están basados en el perfil clínico patológico y no en características específicas del tumor, los llamados biomarcadores.

El trabajo busca una nueva orientación hacia un diagnóstico molecular más preciso que otorgue información más concreta sobre el estado de la enfermedad tumoral. El objetivo es aplicar terapias combinadas más personalizadas y hallar los puntos débiles de los tumores para poder acabar con ellos.

"Pero antes de alcanzar las terapias tenemos que profundizar en qué pasa cuando el cáncer de mama se extiende y cómo reacciona el sistema inmune", explica el investigador mallorquín, al que este periódico distinguió el pasado mes de junio con el Premio Diario de Mallorca de Investigación.