La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, declaró ayer que el Gobierno está evaluando el impacto de la quiebra de Thomas Cook en el mercado español y que convocaría reuniones con los hoteleros y con las comunidades autónomas afectadas para "trazar una hoja de ruta y dar solución a esta crisis".

La titular de Turismo señaló, además, que esta crisis afecta "fundamentalmente" a la industria turística de Balears y Canarias y, en menor medida, a Andalucía y Cataluña. Así, reiteró su intención de trabajar tanto con las comunidades autónomas como con los hoteleros para "paliar el impacto tan negativo que va a tener en nuestro mercado".

Por su parte, la presidenta del Govern, Francina Armengol, tildó de "absolutamente preocupante" la quiebra del turoperador y reconoció, durante una entrevista al programa Els Dematins de IB3 Televisió, y señaló que su desaparición tendrá un "impacto global muy importante en la comunidad".

También se pronunció al respecto la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas, quien aseguró que "todos los sectores de la economía balear, de una u otra manera, se van a ver afectados", además de subrayar que el cese de la actividad del turoperador "es un nuevo factor desestabilizador que afecta a la economía de Balear".

Además, el presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem), Jordi Mora, aseguró que se trata de un "golpe durísimo" para el sector turístico, además de puntualizar que "ahora sí, podemos decir claramente que esta temporada ha sido mala".