"Lo único que nos han dicho es que este mes cobraremos la nómina, que nos la tienen que ingresar el día 27. De lo demás, del futuro, no sabemos nada y estamos muy angustiados", explicó ayer por la mañana en la sede de Thomas Cook en Palma Alfonso Rodríguez, uno de los 700 empleados del turoperador en Mallorca afectados por la quiebra.

Las oficinas de Thomas Cook en el polígono de Son Valentí de Palma estuvieron ayer en funcionamiento con una aparente normalidad, rota por la presencia de periodistas y por la total incertidumbre de los empleados que salían fuera para la pausa del café o del almuerzo.

"No nos han dicho nada, ni un mail, ni un comunicado, ni una asamblea, hemos venido a trabajar con normalidad, pero estamos angustiados", manifestaron a las puertas del gran edificio del turoperador en Son Valentí un chico y una chica, empleados de la multinacional.

Los trabajadores consultados explicaron que no descartaban que se produjera la quiebra, pero el concurso les ha cogido por sorpresa. "Ha sido todo de repente y no sabemos nada, sabíamos que estaban negociando pero no pensábamos que esto iba a ser tan rápido".

A Thomas Cook se desplazó también el hotelero Borja Nicolau para interesarse por el futuro de un grupo de turistas que tiene alojado en sus dos establecimientos. "No me han dicho nada, no me han remitido una notificación oficial sobre qué hacer con estos clientes. Yo de momento no saco a nadie del hotel. Sé por la prensa que Condor sigue funcionando y Thomas Cook Alemania también opera", explicó Nicolau.

Contratos con otra empresa

Los empleados tenían miedo a no cobrar su salario de este mes por la crisis: "Tenemos que cobrar el día 27 y ahora no sabemos qué pasará".

La esperanza de los trabajadores, según señaló Alfonso Rodríguez, es que la mayoría de ellos están contratados por una empresa diferente al turoperador. "Aunque trabajamos aquí nuestra empresa es la alemana In Coming y no sabemos si a ella le va a afectar el concurso", añadió Rodríguez.

En las oficinas de Thomas Cook de Son Valentí trabajan unas 700 personas, de las que, según datos facilitados por empleados, unos 100 están contratados por el turoperador y el resto dependen de una filial alemana.

Biel Bibiloni, uno de los trabajadores de mayor edad del complejo, explicó que "aquí está el centro europeo financiero de Thomas Cook y nosotros no sabíamos nada de la quiebra, esperábamos que las cosas (las negociaciones para salvar a la multinacional) fueran bien, pero no ha sido así. Hoy estamos trabajando con normalidad, porque la parte de la empresa que depende de Alemania sigue con su ritmo habitual. Ha quebrado Thomas Cook de Gran Bretaña y no el resto de la compañía", añadió Bibiloni, que lleva en la empresa un año y medio.

"Aquí no tenemos comité de empresa y no nos dicen nada"

Aquí no tenemos comité de empresa", señaló uno de los 700 trabajadores del centro financiero de Thomas Cook para Europa situado en el Polígono de Son Valentí de Palma. Esta teórica falta de representantes sindicales en esa empresa tan grande se tradujo quizás ayer en la ausencia de información fidedigna sobre el alcance de la crisis entre la plantilla de la delegación mallorquina.

"Thomas Cook tiene tres divisiones: la de Gran Bretaña, que es la que ha quebrado, la Continental y la Escandinava, que siguen funcionando", explicó ayer una empleada a los periodistas.

Entre los 700 puestos de trabajo sacudidos por la quiebra del antiguo turoperador, se hallan algunos ocupados por antiguos empleados de Air Berlin. Alfonso Rodríguez es junto a una compañera uno de estos trabajadores que han vivido, pese a su juventud, dos crisis en grandes compañías turísticas.

"Vine a Thomas Cook procedente de Air Berlin y con la tranquilidad que daba trabajar para el segundo turoperador del mundo y mira lo que me he encontrado", se lamentaba Rodríguez.

Su compañera, que no quiso posar ante los medios, añadió que "todavía no he cobrado nada de Air Berlin y ahora me pasa esto".

Otros empleados declinaron hablar con los periodistas alegando que carecían de información y que esperaban que a lo largo del día les dijeran algo más sobre su futuro. La sede central de Palma de Thomas Cook fue inaugurada en febrero del 2018 y la plantilla del turoperador en Mallorca pasó de 325 a casi el doble.

En las oficinas de Son Valentí se instaló un centro telefónico de atención permanente a los turistas de varios destinos del mundo, así como la división financiera de la multinacional, que cuenta con tres divisiones.

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