El Pi vive con angustia el estrés postraumático electoral, los nueve mil votos perdidos frente a los cuarenta mil augurados en las autonómicas de mayo, el estancamiento en tres disputados por mucho que el pacto secreto con Francina Armengol multiplique sus alcaldías. Con este panorama, la ruptura entre los diputados Jaume Font y Josep Melià es total. El terrenal y el intelectual no se soportan.
La tercera en discordia es la candidata al Consell y alcaldesa de Porreres con el PSOE de avalista, Xisca Mora. La número tres está alineada claramente con Melià. De hecho, Font acusa a su compañero y sin embargo enemigo de estar dominado por otras dirigentes del partido. A finales de julio, el hombre más valioso de El Pi en el Consell comentaba desfondado la disfunción en la cúpula. Los remiendos no han surtido efecto.
La crisis absoluta entre Font y Melià, el corazón y el cerebro, se mantuvo en secreto durante dos meses. El psicodrama afloró el martes en Inca, con un estallido del pobler que petrificó a los cargos del partido. El presidente de El Pi se declaraba harto de que lo llamaran catalanista, o arremetía contra el número dos con un explícito "hay gente que todavía vive en la época de UM". Sus detractores lo fulminaron en voz baja. "Font solo aporta su nombre y preside el partido".
Font fue conseller de Matas y Melià emparenta con Munar. Al primero le entusiasma Ana Oramas reprendiendo a Ábalos, "más Coalición Canaria y menos nacionalismo y tanta p... que no nos da un voto". El segundo se acerca a Puigdemont y su JxCat. Pero nadie esperaba el vehemente "estoy a punto de dejarlo todo, de entregar el acta de diputado y de dedicarme al restaurante Los Patos". Que sus adversarios íntimos traducen por "quiere quedarse con todo".
Dos campañas consecutivas sin éxito han dejado huella. "Esto no ha funcionado", resume Font, que culpa a Melià del pésimo resultado en Palma, donde El Pi no se estrenó. He sido testigo del presidente regionalista asaltando a Francesc Fiol para ofrecerle Cort. La despierta soberanista Neus Sánchez fue fichada como número dos a Cort, y su líder recuerda "que no enganchó ni un voto de Més". Desde aquí dijimos que la solución era haber colocado a Neus Sánchez al frente de la lista. Comentario de Melià, "yo también lo pienso".
El carismático Font y el huidizo Melià, el populista desbordante y el ideólogo contenido. Subyace un problema de celos, en más de un sentido. Melià solo reconoce en público "tensiones" sin especificar. La persona que ha arbitrado la contienda diagnostica que "son complementarios, pero no se llevan bien. Ahora mismo son irreconciliables". Con dos conclusiones: El Pi es una excelente idea y, en contra de nuestra viciosa tradición, hemos ofrecido la versión más descafeinada posible del conflicto. Y por favor, eviten una falsa reconciliación para la galería.
El pasado domingo les informábamos del acceso de Antoni Alorda, el enemigo público número uno del Pacto de Progreso, a consejero de la Autoridad Crucerística de Balears presidida por Podemos. En solo un mes, el responsable de la Comisión de Medio Ambiente también será consejero de Ports Petits de les Illes Balears. El ecosoberanista acumulará más consejos que un banquero madrileño. A propósito, miles de personas me paran por la calle para decirme que quieren casarse en Sa Fortalesa. Cuando les respondo que preparen 50 mil euros, no todos se asustan.
Tras el Jerusalem de Manacor con Pere Arquillué, la programación de Lehman Trilogy el 1 de noviembre en el Principal enmarca un otoño teatral histórico, herencia del exdirector Carlos Forteza. En la imagen de José Luis Díez Esteban que hoy nos ilustra, se observa un momento del montaje en castellano. La obra inicial de Stefano Massini, retenga un nombre con maneras de Nobel, constaba de más de 300 páginas memorables para un programa radiofónico. En Estados Unidos advirtieron el potencial del texto sobre Lehman Brothers y lo transformaron en un espectáculo que ha marcado esta década. Vean Intocable, para advertir la endeblez de la causa penal contra el repugnante Harvey Weinstein.
Reflexión dominical preelectoral: "Si no saben lo que hacen, cómo van a saber lo que quieren".
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