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Entrevista

Rosana Morillo: "Hay que ser cautos con los mensajes de masificación"

"En general, la inversión privada en Palma ha hecho resurgir barrios" - "Obviamente, este es más un proyecto personal que lucrativo"

Rosana Murillo, directora de Turismo, en la Conselleria. M. Mielniezuk

La madrileña Rosana Morillo lleva tres semanas en su despacho de la calle Montenegro y quince en la isla donde se rindió al buceo. Ha cambiado la gestión de los recursos humanos de Marriott en Mallorca por acompañar al titular de Turismo en esta segunda legislatura del Pacto con el turismo bajo el paraguas socialista.

P ¿Por qué ha cambiado su cargo de directiva hotelera bien remunerado por el sector público?

R Creo que era un buen momento para poder aportar mi experiencia turística y hotelera. Cuando estás en la Administración Pública no estás trabajando para la cuenta de resultados de una empresa, sino para crear un entorno donde la gente pueda mejorar su calidad de vida. Lo he enfocado más por un proyecto personal que, obviamente, lucrativo.

P ¿El plus del consejo de administración de la Autoridad Portuaria le compensará la bajada de su sueldo?

R No, en absoluto.

P ¿Y entonces?

R Estoy dispuesta a asumir esta pérdida en mi retribución para tener una ganancia en otro aspecto. Espero aportar y aprender mucho.

P ¿Su antecesor en el cargo también estaba en ese consejo?

R Creo que no, pero el dato es público. Se puede ver en la web de Puertos de Balears.

P La mano derecha del conseller proviene de la hotelería de lujo, le recriminaron los ecologistas en redes sociales.

R Por partes. Lo de la mano derecha es un honor que lo mencione así, pero creo que en esta Conselleria hay un equipo muy bueno y directores generales de primer nivel. Aquí no hay mano derecha. Respecto a la recriminación, precisamente las compañías con hoteles de cierto nivel son las que más inversiones dedican a que sus operaciones sean sostenibles. Acepto las críticas, siempre se puede aprender, pero no entiendo bien la relación entre hotelería de lujo y críticas de los medioambientalistas.

P El Reino Unido alerta del peligro de viajar a Balears, con un panorama que asusta más que el turismo de excesos.

R Bueno, creo que no hay que asustarse. La responsabilidad del Foreign Office es informar a los viajeros de su país sobre posibles riesgos del destino. Curiosamente esta mañana [el viernes] he estado con el agregado económico de la Embajada del Reino Unido en Madrid y me comentaba que brexit o no brexit, los británicos quieren seguir viajando a España, y a Balears. Ven el brexit como algo que pasará y luego se estabilizará.

P ¿En qué números se traducirá la gestión turística en manos de una matemática de formación?

R Espero que sean muy positivos [ríe]. Es verdad que hay que seguir los indicadores económicos, pero después de la formación matemática, me licencié en Computación y el tema de la digitalización lo llevo en el corazón. Me gustaría también dar el valor añadido de enfocar el turismo desde el punto de vista de las personas - en los últimos años de mi carrera me he dedicado a la gestión de capital humano-. Hay que medir las cifras, pero también ver la parte emocional del turista, de ahí la necesidad de la formación continua de los trabajadores, para ser competitivos y poder ofrecer esa experiencia.

P Crece el rechazo a la gentrificación y el sobreturismo.

R Es difícil, pero hay que encontrar el equilibrio en Balears y en muchas capitales del mundo. Por un lado, está la inversión privada que puede reflotar un barrio o que su calidad de vida mejore, y, por otro lado, tienes las quejas de los barrios que se están convirtiendo en imposibles; el problema de la vivienda es clave. En general, en Palma han resurgido barrios.

P ¿Y el sobreturismo?

R Tenemos que ser muy prudentes con los mensajes que damos hacia afuera. El turismo es una cuestión de confianza, no decides apostar por un destino para tus vacaciones en el que hay inseguridad y no sabes cómo te van a tratar. Todos esos mensajes tirando al pesimismo no nos ayudan nada como destino. Hay que ser positivos, teniendo en cuenta la incertidumbre política en la que vivimos a todos los niveles. La masificación no la niego en momentos puntuales, pero tenemos que ser cautos porque ese mensaje no nos ayuda a atraer al turista que queremos.

P Los primeros pesimistas son los hoteleros siempre alarmando con la caída del turismo.

R Es un punto de vista diferente. Hemos vivido unos años con unos resultados récord. El contacto con la realidad más fuerte fue el año pasado, cuando se notaron los descensos más pronunciados respecto a ejercicios anteriores. Quizás hay que normalizar que 2018 y este año, con similares resultados, va a ser la tónica a partir de ahora. Si vienes de una súpertemporada, después todo te parece negativo, pero no lo es.

P Ha bajado el turismo alemán y subido el británico, contrario a las previsiones hoteleras.

R Admiro mucho a la gente que se dedica al revenue management (la gestión de ingresos, cómo poner los precios dependiendo de la ocupación). En un foro decían que antes había temporada de invierno y de verano y ahora cada día es una temporada. Me llegó al corazón. Hay que replantearse de una manera muy ágil tu estrategia de ventas y precios porque la gente cada vez decide más tarde, con lo que hacer previsiones es siempre un ejercicio difícil. Puede estallar un volcán, como pasó en el norte de Europa, y perjudicarnos o beneficiarnos. Es un sector muy volátil. Cada día nos despertamos con unos titulares, y el ciudadano que tiene que planificar unas vacaciones tiene en cuenta si hay incertidumbre aquí o confianza allá.

P Su debut en Hamburgo, en la feria de cruceros, lo chafó Madrid al anunciar el mismo día que invertirá para atraer más.

R El comunicado de Puertos del Estado no fue muy acertado. Vimos a su presidente ese día y lo entendió. Hubo un comunicado oficial, no desmintiendo la cifra, sino matizando que el dinero irá para todos los puertos de Balears y que se dedicará a instalaciones mixtas, una de ellas la de cruceros. Les trasmitimos que el timing de la noticia no fue el ideal. Todo lo que sea mejorar instalaciones -no aumentar-, para visitantes y ciudadanos, bienvenido sea.

P ¿Es compatible con limitar?

R Nos queda recabar todas las opiniones e intentar encontrar consenso sobre cuál es la mejor solución para Palma y el puerto. Es responsabilidad del Govern encontrar una gestión adecuada para este tipo de turismo. Hablo de gestión, no de limitación, aunque en algunos casos conduzca a ello. Hemos llegado a un punto en el que no queremos morir de éxito. Hay que cuidar la experiencia del turista que venga en crucero o en avión y que el ciudadano esté cómodo en su ciudad.

P ¿Qué opina del día a día del colectivo de las kellys?

R Tengo una sensibilidad especial porque soy mujer y tenía mi colectivo de camareras de pisos. Hay profesiones que cuando se convierten en eminentemente femeninas tienden a sufrir ciertas minusvaloraciones respecto a otras. Me parece siempre buena noticia que cualquier colectivo femenino se ponga en valor. Como dicen ellas, si no existieran, la experiencia del cliente no sería la misma. No me gusta mucho la palabra empoderamiento, pero todo lo que sea poner en valor la aportación femenina tendrá mi apoyo siempre, para luchar contra la discriminación.

P Recesión alemana, brexit duro, destinos competidores...

R Hay que estar preparados para todo. Vivimos en un mundo holístico, todas las amenazas están relacionadas. El dólar o la libra ¿es bueno que estén altos o bajos? Yo lo que quiero es que estén estables para poder trabajar en nuestra estrategia. La agilidad que le pedimos a las empresas también la tiene que tener la Administración porque tenemos que reaccionar.

P ¿Ve viables las conexiones aéreas con EE UU?

R Tenemos que trabajar en ello para dar facilidades y que las compañías vean que somos un destino atractivo, como lo han visto en el aeropuerto de Málaga. ¿Si ellos lo tienen, por qué no Balears?

P ¿Saldrá adelante la ley contra el turismo de excesos?

R Es nuestra responsabilidad. Tiene que ser una norma de consenso. No hay que demonizar a nadie, pero sí regular.

P Los hoteleros son reticentes por el todo incluido.

R El todo incluido no es igual a turismo de excesos. El enfocado a familias funciona maravillosamente. Hay que ir a por la barra libre, por los problemas que crea de reputación en las islas.

P ¿Habrá alguna reunión con Thomas Cook ante su grave crisis y las consecuencias para Balears?

R Thomas Cook se enfrenta a dos hitos fundamentales, la renovación de las licencias de vuelos por doce meses y después se verá si consigue la segunda ronda de financiación. Es una empresa privada y, obviamente, un tema que no puedo valorar desde la Administración. La última palabra no está dicha, habrá que ver qué pasa. También sabemos que cuando un actor deja hueco en el mercado hay competidores que lo ocupan.

P Menorca y Eivissa tienen directora de aeropuerto, ¿le gustaría ver una mujer en Son Sant Joan?

R Me gustaría tener allí al mejor profesional posible y que importara si es una mujer o un hombre.

P ¿Cómo vivió la crisis de la fuga de datos de los clientes de Marriott?

R Se llevó desde Estados Unidos y nosotros fuimos menos receptores de la información que se le podía dar a nuestros clientes en caso de reclamaciones. Estuvo muy centrado en EE UU. No sé si ya tengo que entrar a valorarlo, ahora me siento en una silla diferente.

P ¿Le dio algún consejo su antecesor, Antoni Sansó?

R Lo primero hay que agradecerle que siguiera hasta que yo me he incorporado, la silla no se ha quedado vacía. Consejo no, pero sí muy buena información sobre la Dirección General.

P ¿Mientras bucee irá organizando su departamento?

R Cuando buceo me gusta olvidarme de todo y de todos, es como una sesión de yoga. Soy muy sensible a la conservación de los fondos marinos y cuidar el ecosistema. Como con el tema de la mujer tengo una sensibilidad especial.

P ¿Ha encontrado mucho plástico en Mallorca?

R No. Suelo bucear en las reservas y están más protegidas. Un plástico ya es demasiado. Muchos colectivos hacen un gran trabajo de concienciación.

P No ha salido la ecotasa.

R [Ríe] Pregunte.

P ¿La defendía antes?

R Mi área era otra, pero es verdad que los hoteleros saben que en otros destinos una tasa similar está más que implantada y el turista la tiene asumida. Los principios son disruptivos y hay un tiempo de adaptación.

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