El colectivo vecinal Flipau amb Pere Garau ha invitado a Àngels Fermoselle de Arca a sumarse al homenaje a las víctimas de violencia de género que en las últimas semanas han sumado cuatro nuevas víctimas, una mujer de 39 años en Pontevedra junto a su hermana y su madre, delante de los niños de las pareja, y la mujer de 31 años asesinada en Madrid, también delante de los niños.

Àngels Fermoselle ha leído el texto que reproducimos aquí íntegro.

“Hay que ser malvado para tramar un asesinato. Hay que ser cruel para robarle la vida a la mujer a la que un día dijeron amar. Hay que ser auténticos bestias para matar a quien fue su mujer y además hacerlo delante de sus hijos, que ven cómo les roban a su madre, quedando marcados para siempre.

Hay que clamar de todas las maneras posibles para decir BASTA a la Violencia contra las mujeres, A TODAS las violencias contra las mujeres. La podemos llamar Violencia machista, Terrorismo doméstico contra las mujeres o Violencia de Género. Son distintas maneras de definir un mismo hecho aberrante: que un hombre, que un día dijo amar a su pareja es capaz de abofetear, denigrar e incluso asesinar a esa mujer. Sólo porque es mujer.

Es imposible soportar o tan solo imaginar el dolor, la injusticia y la impotencia que sufren los familiares y amistades de todas las mujeres que tenemos en esta vitrina de Pere Garau, asesinadas este año por quienes fueron sus parejas. UNOS HOMBRES CANALLAS. Hay que ser cobarde para matar a una mujer y eso lo sienten especialmente los hombres buenos que son la gran mayoría.

Hoy añadimos 11 mujeres en nuestro dramático cuadro, testigo de una vergüenza social que llega a su máxima expresión con el asesinato. Once mujeres que ya forman parte de nuestra memoria, víctimas del machismo contra el que se debe trabajar sin descanso.

Añadimos el perfil de 11 mujeres pero podríamos incluir una docena más, hijos también asesinados hace meses, una madre y una hermana hace tan sólo una semana. No entran en estas estadísticas pero podrían estarlo.

Las mujeres somos libres, al igual que los hombres y nadie debe coartar nuestra libertad, mucho menos que un día fue nuestro compañero. Todas podemos ser Sandra, Sacri o Marta, todas ellas asesinadas. Pero juntas y juntos no lo debemos permitir".