Instituciones Penitenciarias se opuso a la solicitud de Iñaki Urdangarin de salir de prisión dos días a la semana para colaborar con una fundación, pero éste recurrió al juez de vigilancia penitenciaria, que le dio la razón.

Según ha explicado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la Junta de Tratamiento de la prisión de Brieva (Ávila) desestimó la petición en aplicación de la legislación penitenciaria, por el tiempo de cumplimiento de condena, su tratamiento y por la propia seguridad del centro penitenciario.

Pero Urdangarin recurrió y el juez de vigilancia penitenciar le dio la razón y validó los permisos, una situación que entra dentro del "funcionamiento normal de las instituciones de un Estado de derecho", ha subrayado Marlaska para rechazar que se pueda hablar de un trato de favor al cuñado del rey.

"Es la normalidad del Estado derecho, no podemos deducir otra cosa ni mucho menos", ha incidido el titular de Interior tras inaugurar este martes la primeras jornadas de Formación en la red de responsables policiales ante casos de personas desaparecidas.

En el auto se recogen los problemas de la concesión de los permisos del esposo de la infanta Cristina, ya que lo que planteaba no era un puesto de trabajo -"el penado carece de cualificación alguna, dado que hablamos de un centro de discapacitados"- ni un programa específico de tratamiento de penados.

Según el artículo 117 del Reglamento Penitenciario, este tipo de permisos para presos en segundo grado tiene como objetivo que se favorezca su reinserción social, pero la propuesta de Urgandarin "es de ayuda al discapaz, no al penado", argumentó el fiscal para oponerse.

La Fiscalía alertó también de una "dificultad de tipo práctico y evidente", ya que la Fundación con la que va a colaborar el cuñado del rey se encuentra en Madrid y la prisión de la que deberá salir y a la que tendrá que volver está en Ávila.

"Se desconoce cómo va a ser posible dicha coordinación, seguimiento y control por el centro o la aplicación de medidas de seguridad policiales (de seguridad del propio interno dadas sus especiales vinculaciones) con traslados diarios a kilómetros de distancia", señaló para recordar también el impacto mediático y el derecho a la intimidad de los discapacitados con los que trabajará.

El juez, sin embargo, considera que las salidas como las que solicita Urdangarin no son nada extraordinario y destaca que la aplicación de programas especializados fuera de prisión en toda clase de internos, "conocidos o no, famosos o anónimos, no corre en paralelo al disfrute de permisos ordinarios".

El juez defiende que Urdangarin realice una actividad exterior para paliar el aislamiento que vive en la cárcel de mujeres de Brieva y considera que un voluntariado con personas con discapacidad "implica de por sí un elemento de asunción de valores prosociales".

"En el ámbito de la delincuencia económica, cuyo eje es el egoísmo, el afán desmedido de lucro, además del desprecio al interés comunitario, la toma de contacto con la vida real, con los problemas de los demás, coopera a generar un elemento de concienciación de la trascendencia de la propia conducta delictiva", destaca.

En cuanto a los inconvenientes de los permisos por el impacto mediático, asume el juez que la fundación que se ha ofrecido a acoger al esposo de la infanta Cristina los habrá sopesado y añade que quien puede perturbar la situación sería un tercero, no el preso.

Marlaska ha pedido que se confíe tanto en el trabajo de Instituciones Penitenciarias como en las resoluciones que dictan los jueces revisando sus decisiones.

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