Poco antes de las 9 de la mañana, Iñaki Urdangarin ha abandonado el centro penitenciario donde cumple condena para trasladarse hasta Pozuelo de Alarcón, Madrid. Allí, el marido de la Infanta Elena realizará una labor de voluntariado en el Hogar Don Orione.

Para Urdangarin este es su primer contacto con la calle desde el 18 de junio de 2018, fecha en la que ingresó en la cárcel de Brieva, Ávila, para cumplir su condena de cinco años y diez meses por el caso Nóos.

Su abogado, Mario Pascual Vives se mostraba satisfecho ante las cámaras de Europa Press al considerar que su cliente puede ayudar mucho en este destino porque, según él, el exjugador de balonmano "puede aportar, no solo la vertiente deportiva que es algo que conoce muy bien, sino también el poder ayudar a las personas que tienen algún tipo de problemas".

Puntual, el cuñado del Rey Don Felipe salía de prisión en un coche que le trasladará a su primer día de voluntario. Un primer paso hacia una nueva situación penitenciaria que podría hacerse realidad esta Navidad con su primer permiso.

El juez de Vigilancia Penitenciaria ha autorizado que Urdangarin salga de la prisión dos veces por semana y un máximo de ocho horas al día. La decisión se fundamenta en aplicación del artículo 117 del Régimen Penitenciario sobre "medidas regimentales para la ejecución de programas especializados para penados clasificados en segundo grado", como es el caso de Urdangarin.

El cuñado del Rey cumple una condena de cinco años y diez meses. Cumple la cuarta parte el 28 de noviembre de 2019, y es entonces cuando puede solicitar permisos ordinarios. El 19 de junio de 2018 ingresó en la cárcel de mujeres de Brieva y, desde entonces, ha estado en un módulo en el que no tiene contacto con otros reclusos. La pena la cumple en su totalidad el 9 de abril de 2024.