El juez Penalva y el fiscal Subirán, para demostrar que son inocentes de las graves acusaciones que les atribuye la Policía, están dispuestos a "llevarse por delante" a sus compañeros Florit y Carrau. Sobre el fiscal anticorrupción, del que recuerdan que es amigo del inspector Suárez, aseguran que intentó inducir en otros compañeros para imputarles a ellos un delito y, al no conseguirlo, "robó" una causa que llevaba otro funcionario. Además, recuerdan que el fiscal superior y el teniente fiscal le tuvieron que llamar la atención para que dejara este caso, dado que se tramita desde Madrid, pero aún así ha continuado al frente de la investigación. Pero lo más grave que denuncian en estas alegaciones es que fue el fiscal Carrau quien dictó al juez Florit el texto de la exposición razonada que envió al TSJB, para que les investigaran, que fue devuelta porque se presentó antes de que los afectados pudieran presentar su escrito de alegación, que ahora han entregado. El letrado de la defensa también dedica graves acusaciones al juez Florit, del que asegura que es el único magistrado de Balearss que podía "ser controlado y seducido por Carrau". Y denuncia que este juez, mientras que no ha mostrado el más mínimo interés por instruir el caso Cursach (del que se hizo cargo tras la recusación de Penalva) no ha hecho lo mismo para perseguir a sus compañeros.

En las alegaciones también se analiza a los dos inspectores que han realizado el atestado para desmontar la instrucción del caso Cursach, Juan Márquez y Juan Palomo. Se afirma que ambos son "amigos íntimos" del inspector Suárez y se les encomienda "la elaboración de un atestado con un fin ya preconcebido, aceptando este proceder". Recuerdan que ambos han sido ascendidos y aseguran que lo han conseguido como premio al trabajo que han realizado. Penalva y Subirán también se han querellado contra la cúpula de la Policía Nacional.