La sala segunda del Tribunal Supremo, presidida por el juez Manuel Marchena, ha confirmado la condena de tres años y dos meses interpuesta por la Audiencia de Palma a un hombre, Florian Bogdan Puscasiu, que dio una paliza e intimidó, para que cambiara su declaración, al testigo protegido 29 del caso Cursach, la presunta trama de corrupción en torno al empresario de la noche del mismo nombre. Este testigo protegido, que ahora reside en Suiza, es un antiguo camarero de Tito's que afirma que Bartolomé Cursach invitaba a copas, drogas y prostitutas a un grupo de policías locales en el reservado de la discoteca y a cambio de favores para sus negocios.

Florian Bogdan fue condenado, en febrero del 2018, por atacar, junto a un segundo agresor desconocido, al testigo 29 en el aparcamiento de su casa.

Según los hechos probados, la víctima fue abordada por la espalda y tirada al suelo. El exempleado de Cursach recibió patadas y fue arrastrado por el suelo.

Bogdan le insultó y amenazó: "h.de p. ésto por Marian, h.de .p. si Marian va a juicio te mato, h.de p." La jueza de lo penal impuso a Bogdan una condena de tres años y dos meses de cárcel por sendos delitos de obstrucción a la justicia y lesiones físicas y psíquicas.

La sentencia del Supremo destaca que el testigo tardó 28 días en curar de sus lesiones y sufrió múltiples contusiones. El camarero también padece secuelas psicológicas por éste y otros ataques y amenazas que ha padecido por su condición de testigo protegido.

El Alto Tribunal afirma que fue víctima de lesiones físicas y psíquicas.

La defensa de Bogdan planteó ante el Supremo una serie de presuntas vulneraciones de la tutela judicial de su cliente, que habrían ocurrido durante la instrucción y el enjuiciamiento de su caso.

La sala presidida por Marchena rechaza la existencia de esas supuestas vulneraciones y recuerda que la Audiencia de Palma (cuando confirmó la sentencia contra Bogdan) también las desestimó. En medios próximos a imputados del caso Cursach se acusó al testigo 29 de inventarse este y otros ataques, amenazas y acosos.

Revelación de identidad

El testigo 29 ha puesto en conocimiento del jefe superior de Policía una supuesta revelación de su identidad y de su número de teléfono en uno de los atestados elaborados por dos inspectores de la Policía Judicial en la pieza separada del caso Cursach donde se investiga a cuatro exagentes del Grupo de Blanqueo de Capitales, al juez Manuel Penalva y al fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán por supuesta revelación de secretos. El excamarero asegura que la divulgación de su nombre y teléfono se han traducido en que ha recibido nuevos mensajes amenazadores. El testigo protegido también acusa a una asociación de idéntica revelación.