Pedro Sánchez repetiría primera posición en Balears si se convocan nuevas elecciones generales, doblando al PP en un margen de voto decidido de 23,6 a 12,5. En la comunidad se cumpliría también el argumento oculto para abortar un pacto estatal con Podemos, la tentación de aplastar al partido emergente. De hecho, los socialistas triplicarían a Pablo Iglesias. Esta amalgama de datos se desprende de las cuatrocientas encuestas llevadas a cabo por el CIS durante los meses de junio y julio, con la excusa de una valoración postelectoral de las autonómicas y municipales.

El orden de los partidos estatales en Balears en las generales del 28 de abril era PSOE (3) - Podemos (2) - Ciudadanos (1) - PP (1) - Vox (1). Esta quiniela queda poderosamente alterada en la distribución aportada por la encuesta, con una toma de muestras previa a la fallida investidura de Sánchez. Los porcentajes de voto, "suponiendo que mañana se celebrasen nuevamente elecciones generales", otorgan al PSOE un margen tan abultado que le garantizan prácticamente el cuarto diputado, a expensas del segundo de Podemos. El PP abandonaría también su inédita condición de cuarto partido de la tabla, para consolidarse en la segunda plaza. Dado que los populares doblan prácticamente a su vez a Podemos (7,2), a Ciudadanos (6,0) y a Vox (4,8), aspirarían a doblar su actual diputado en detrimento de Vox, con los partidos de Iglesias y Rivera limitados a un único representante en el Congreso.

Según el CIS, el PP mejora respecto a los emergentes, pero el máximo de dos diputados supondría su segundo peor resultado de la historia de la democracia, solo por detrás del todavía vigente. Aunque lejos de la mayoría absoluta de los sufragios a escala estatal y autonómica, Sánchez puede presumir en Balears de obtener un resultado superior en casi un punto porcentual a la suma de Populares, Ciudadanos y Vox, que se dan por prácticamente coaligados.

El retroceso de Podemos en Balears, de acuerdo con el CIS, coincide con su pérdida estatal de fuelle. El estancamiento de Vox después de sus prometedores inicios es otra seña de identidad del sondeo. Sin embargo, el gran damnificado por una encuesta preelectoral que se presenta como postelectoral es Ciudadanos, condenado ya definitivamente a fuerza subalterna del PP.

En su efervescente emergencia en las generales de 2015, el partido de Albert Rivera logró dos diputados al Congreso por Balears. Este resultado se partió por la mitad en las elecciones de abril. Sin embargo, Ciudadanos obtuvo la inusitada victoria moral de adelantar al PP en número de votos. La derecha registró un sorpasso demográfico, sin traducción en escaños. Este avance se asoció con la candidatura de Juan Mesquida, emigrado desde el PSOE. La formación naranja desciende ahora de la tercera a la cuarta posición, malogra el liderazgo de la izquierda y se ve doblada en votos por los populares. Las siglas emergentes pagan un elevado precio al entregarse sin cautelas a sus hermanos mayores ideológicos.

Los valores porcentuales de los distintos partidos en la encuesta no pueden compararse directamente con los resultados del 28A, porque un 27 por ciento de los encuestados no se pronuncia sobre el sentido de su sufragio. Al efectuar una clasificación de voto más simpatía se obtiene un listado similar al indicado, donde se demuestra además que la unilateralidad de Ciudadanos hacia la derecha le pasa factura en Balears.

Las valoraciones de los líderes de los partidos estatales en Balears guardan una correlación apreciable con la puntuación adjudicada a sus formaciones. Sánchez se mantiene en un sólido 4,8, al borde del aprobado y por encima de su 4,7 en el conjunto del Estado. Al igual que sucede en todo el país, Pablo Casado ha de preocuparse por una estima personal que en Balears es de 3,7 y se queda por debajo de la admiración que despierta Iglesias. La segunda plaza en la comunidad empata a Rivera y a Alberto Garzón. El líder de Vox comparte la malaventura de su partido en el calor popular.

Las claves

El PSOE se refuerza en Balears

Los votantes de Balears dan argumentos a la voluntad de Sánchez de convocar unas nuevas elecciones en lugar de pactar con Podemos.

Podemos y Cs pagan el pacto

Los partidos emergentes sufren un serio castigo, con Ciudadanos enriqueciendo a Casado tras comprobarse que es su subordinado.

Los regionales, ausentes

Una vez más, partidos como El Pi o Més se quedan fuera de cualquier exploración de diputados de Madrid. El llanto no cura la evidencia.

El PSOE puede con toda la derecha

Las perspectivas que abona el sondeo del CIS colocan a Sánchez no solo como líder indiscutible en Balears, sino que le otorgan unos datos con los que anula a PP, Cs y Vox. Con un resultado global de cuatro diputados a tres.

Sánchez también gusta en persona

Antes de que se sustanciara su incapacidad para formar Gobierno, los encuestados de Balears mostraban devoción hacia el presidente.