Los seis hijos varones del fallecido empresario José María Ruiz Mateos, que se enfrentan a sendas penas de seis años de cárcel por una supuesta estafa de 14 millones de euros entre 2006 y 2011, ofrecen a las víctimas de ese delito, la familia mallorquina Miralles, una quimera de compensación. Según un informe aportado por la defensa de la familia de empresarios, éstos poseen una fortuna por el dinero que el Estado español les adeuda tras la expropiación de la primera Rumasa en 1984, indemnización que a día de hoy no pasa de ser una quimera.

Las víctimas, defendidas por Isabel Fluxà, reclaman 14 millones de indemnización, pero los acusados no tienen patrimonio conocido. Fluxá consiguió un segundo embargo sobre una finca rural, pero este bien parece que ha sido enajenado. La oferta del dinero de Rumasa es vista como un chiste por los perjudicados.

Ayer empezaron las declaraciones de los siete acusados, los hermanos Pablo, Zoilo, José María, Alfonso, Javier y Álvaro, y su primo Zoilo Pazos Jiménez. El octavo acusado, el testaferro Nicolás Faure, residente en Suiza, no se ha presentado al juicio.

Los hermanos varones de la familia Ruiz Mateos, a los que juzga esta semana la Audiencia de Palma por una presunta estafa de 14 millones en la compra, entre 2006 y 2011, del hotel Eurocalas de Manacor, responsabilizaron a su difunto padre, José María Ruiz Mateos, de la operación objeto de juicio oral. Esta misma estrategia la usaron en la vista oral por una estafa similar en la compra de sendos hoteles en Mallorca y Gran Canaria, por la que todos cumplen condena de dos años y medio de cárcel.

"Mi querido tío"

Zoilo Pazos Jiménez, sobrino del empresario, reconoció que hizo de testaferro para Nueva Rumasa. Zoilo Pazos, que se halla en libertad y compareció por vídeo-conferencia, aseguró "que obedecía a todo lo que me mandaba mi difunto tío, por el que sentía una lealtad inquebrantable y del que nunca podía pensar que me iba a ordenar algo no legal".

El sobrino sostuvo que era un comercial de Nueva Rumasa y una especie de chico para todo de su tío. "Mis primos eran unos asalariados de Nueva Rumasa y el dueño que hacía todo y gestionaba las empresas era don José María Ruiz Mateos padre".

Álvaro Ruiz Mateos se desvinculó de la operación de compra del Eurocalas y explicó que no preguntó a su padre por qué Nueva Rumasa adquirió el establecimiento a la familia Miralles mediante una sociedad radicada en Belice y gestionada por testaferros. "Estoy convencido al cien por cien de que mi padre negoció la compra del Eurocalas con el señor Miralles padre y que no intervino en la operación el señor Miralles hijo", afirmó rotundo Álvaro Según este acusado, su padre les explicó luego que figuraban como avalistas de la operación con su patrimonio conjunto societario de Nueva Rumasa.

Ruiz Mateos pidió dinero a Botín

El fiscal anticorrupción Juan Carrau pidió ayer a uno de los hijos de Ruiz Mateos que leyera en alta voz una carta enviada por éste, en 2009, a Emilio Botín, presidente del Banco de Santander, pidiéndole con urgencia financiación para Nueva Rumasa.

Según esta misiva, el grupo vivía un desfase puntual que podía generar una situación crítica y poner en riesgo sus diez mil empleos.

Este mensaje fue usado por Carrau como prueba de que Nueva Rumasa estaba al borde de la quiebra y seguía ofreciéndose como garantía solvente para la compra a plazos del hotel Eurocalas. Por el contrario, los acusados alabaron la solvencia de su empresa en esos años.