Los seis hijos varones del fallecido patriarca de Rumasa José María Ruiz Mateos y su primo Zoilo Pazos fracasaron ayer estrepitosamente en su intento de aplazar el juicio contra ellos intento de aplazar el juicio contra ellospor una supuesta estafa de 14 millones de euros, cometida entre 2006 y 2001 con la compra del hotel Eurocalas de Manacor a la familia Miralles. Los siete acusados, que se enfrentan a sendas penas de seis años de privación de libertad penas de seis años de privación de libertad, recusaron al tribunal de la Audiencia de Palma ayer y hace unos días, con intención de que se nombrara una nueva sala y que el juicio se aplazara sine die.

El pasado agosto, en plenas vacaciones estivales judiciales, la defensa de los seis hermanos formuló una recusación contra el tribunal de la sección segunda que les iba a juzgar. La causa de la recusación era que estos tres magistrados se habrían contaminado al dictar un recurso sobre el caso (en un auto de febrero del 2018) y al pronunciarse con excesiva contundencia sobre los indicios en contra de la familia de empresarios.

La sala de vacaciones de la Audiencia se reunió con urgencia y decidió rechazar la recusación al entender que era extemporánea. Contra su auto no cabía recurso, salvo las alegaciones en caso de impugnar la sentencia.

Pese a la negativa, el abogado de los empresarios volvió ayer a la carga y en la fase de las cuestiones previas pidió "que se decrete la nulidad del nombramiento del tribunal juzgador y se forme otro sin que figuren en él ninguno de los tres magistrados que firmaron el auto de febrero del 2018".

Dos de los firmantes de aquel auto forman parte de la sala encargada del caso.

El tribunal zanjó la petición con la afirmación de que la recusación ya se había resuelto y la nueva solicitud no era una cuestión previa.

Los magistrados explicaron. a lo largo de la primera sesión, que un juicio como el de esta semana es muy complicado de organizar, dadas las complejas citaciones de testigos o el tener que programar algunos interrogatorios por vídeo conferencia.

La segunda cuestión previa fue para impugnar la presencia como testigo y la admisión como prueba documental de Joaquín Yvancos, que durante décadas fue abogado de los Ruiz Mateos. Yvancos es la bestia negra de la familia, dado que decidió colaborar con la fiscalía y aportó una valiosa documentación comprometida sobre los negocios de Rumasa.

El defensor de los hermanos aseguró que esa documentación es fruto de un presunto delito de revelación de secretos, dado que Yvancos era abogado de la familia y vulneró su secreto profesional.

El fiscal anticorrupción Juan Carrau negó esas afirmaciones y recordó que los abogados de sociedades tienen el deber de velar por que no se cometan en las misma blanqueo y otros delitos. No obstante, Carrau y la acusadora particular en nombre de Francisco Miralles, Isabel Fluxà, renunciaron al testimonio de Yvancos. El tribunal tampoco admitió la segunda cuestión previa y advirtió que los documentos se valorarán como manda la ley.

Los Ruiz Mateos llegaron esposados a la sala de vistas, dado que están presos por otra estafaesposados a la sala de vistas, dado que están presos por otra estafa. Los seis hombres vestían igual: zapatos cómodos, pantalones chinos y camisa de manga larga doblada.

Un octavo acusado, Nicolás Faure, testaferro de la familia, no se presentó al juicio y fue declarada su busca y captura. El juicio seguirá hoy con el interrogatorio de los siete acusados.

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