Pasado 20 de febrero. Con las elecciones generales ya convocadas, el entonces candidato de Més al Govern, Miquel Ensenyat, comparecía en rueda de prensa para fijar “los mínimos” que debía tener el Régimen Especial de Balears (REB). Unos mínimos en total sintonía con el contenido desgranado dos meses antes por la propia Francina Armengol y que coincidía, por supuesto, con un REB que en paralelo a la rueda de prensa de los ecosoberanistas, a la misma hora, se estaba incluyendo en el orden del día del Consejo de Ministros. Una perfecta coordinación entre Moncloa, el Consolat y Antillón para salvar la imagen de un REB que llegaba a medias, lleno de ambigüedades y lejos de las exigencias iniciales del Govern.
Con los resultados electorales habiendo calibrado el éxito de la lealtad de Més al PSOE, los ecosoberanistas cambian de estrategia. En poco más de dos meses que van de legislatura, los ecosoberanistas han exhibido con nitidez su nueva hoja de ruta: se trata de marcar perfil propio a base de dardos al Gobierno de Pedro Sánchez.
“La lealtad a Pedro Sánchez no está firmada en ninguno de los acuerdos de Bellver y cada vez que Pedro Sánchez realice una política que Més considere que no es pertinente, la vamos a criticar”, resumió la consellera de Servicios Sociales y dirigente de Més, Fina Santiago, en una entrevista en este diario a finales de agosto. Lo decía después de que en la crisis del Open Arms ella misma cuestionara públicamente la acción del Gobierno y de que, incluso, el senador Vicenç Vidal comparara al líder nacional del PSOE con el ultraderechista italiano Matteo Salvini.
De hecho, el senador Vidal se perfila como pieza clave de esta estrategia de Més para marcar distancias con sus socios, especialmente del PSIB. En el debate de investidura fallido, el exconseller ya se estrenaba con críticas a Sánchez denunciando la falta de compromisos con Balears y su “incoherencia” por prometer una ley de Cambio Climático y de Residuos mientras mantiene avisos de inconstitucionalidad contra las mismas leyes en las islas. Con la vuelta de los toros a Mallorca, volvía a apuntar directamente al presidente responsabilizándole de la situación por no haber retirado el recurso a la ley de toros y avisaba que si moría un toro en la Plaza de Palma, Sánchez era el responsable.
Desmarque de PSIB y Podemos
El miércoles, el senador de Més registraba la solicitud de comparecencia de la ministra socialista María Jesús Montero en el Senado por los 177 millones que adeuda el Gobierno a Balears. Unos fondos por los que el mismo día, el ahora portavoz de Més, Miquel Ensenyat, abría la puerta a censurar a la ministra y rechazaba la iniciativa presentada por PSOE y Podemos por “niebla”: “No vamos a limpiarle la cara a nadie”, resumía Ensenyat, quien a la vez valoraba la situación política nacional colocando al líder socialista como único responsable de la falta de Gobierno.
Y con el Govern llevando a los tribunales al Gobierno por la falta de acuerdo en la gestión de las aguas de Cabrera, Més solicitaba el jueves la comparecencia de su propio conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, para informar de la situación. Evidentemente, no para azuzar a su conseller, si no para servirle en bandeja un altavoz desde el que poder descargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
