El santuario de Lluc ha sido testigo hoy a mediodía del final de una etapa que se ha prolongado a lo largo de 128 años y el inicio de un nuevo periodo en el que la Diócesis de Mallorca sustituye a los Missioners dels Sagrats Cors en la administración del complejo religioso de la Serra de Tramuntana que gestionaban desde el año 1891.

En una misa de acción de gracias presidida por el obispo Sebastià Taltavull en el Acolliment del santuario y que se prolongó durante dos horas, la Iglesia de Mallorca ha oficializado el relevo de los llamados 'coritos', que dejan el santuario por falta de vocaciones, a favor de un nuevo equipo diocesano presidido por el sacerdote Marià Gastalver, nuevo prior; el vicario Antoni Burguera y el diaca permanente Antoni Moreno. "Somos pocos pero potentes", ha apuntado Gastalver en su primer discurso como prior ante una audiencia que llenaba prácticamente la mitad del aforo del Acolliment, que también ha contado con la participación activa de los 'Blauets', uno de los principales símbolos de Lluc.

El nuevo prior ha agradecido su nombramiento al obispo y ha destacado la "gran labor" llevada a cabo por los Missioners dels Sagrats Cors a lo largo de estos 128 años. Marià Gastalver, que también ejercerá de rector de la parroquia del santuario, ha asegurado que su misión será la de "cuidar a la Mare de Déu, su Casa y sus Hijos", además de "acoger" a todos los peregrinos de Lluc. Ha añadido que el nuevo equipo tiene "muchos proyectos y mucha ilusión" y ha abogado por dar "continuidad" a la labor desempeñada por los 'coritos'.

Antes, el hasta ahora prior del santuario, el pare Ricard Janer, ha realizado un repaso histórico de la labor de los Missioners en el santuario. "Han sido 128 años de estabilidad activa, pedimos que siga de esta forma, con devoción secular a la Mare de Déu, patrona principal de la congración".

Por su parte, el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha recordado las palabras del Papa Francisco en las que define los objetivos de un santuario, resumidos en "acogimiento, plegaria y misericordia", tres conceptos que ha instado a repetir en voz alta a los feligreses. "Un santuario acoge a todo el mundo sin diferencias", ha señalado durante un discurso en el que también ha habido referencias al drama de los inmigrantes: "La gente se muere en el mar mientras nosotros nos peleamos".

El obispo ha agradecido la "dedicación" al santuario demostrada por los 'coritos' a lo largo de su largo periodo de gestión. "¿Qué sería de Lluc sin los Missioners y sin la Escolania? Sin duda, sería muy diferente", ha subrayado.

La misa de acción de gracias que ha formalizado el relevo al frente de Lluc ha contado con la presencia de la presidenta del Consell, Catalina Cladera, y el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, en representación del Govern, además de otros cargos institucionales y diversos alcaldes de Mallorca.