"La mayoría de mujeres que participan en el programa SOIB Dona han mejorado. Su situación ha mejorado tanto a nivel personal como social. Todas están muy contentas. Hay casos en los que les cuesta más adaptarse, pero las entidades donde trabajan colaboran. Al final, todas están muy satisfechas. En nuestra zona no hemos tenido ningún problema".

Elena, tutora del SOIB, orienta y hace un seguimiento a las mujeres que han sufrido violencia machista y que se han acogido a este programa en la isla.

En cada oficina del SOIB suele haber una tutora. Entre ellas están conectadas. Forman una red que también está en contacto con otros servicios como el Institut Balear de la Dona, los servicios sociales de los ayuntamientos o los centros de salud.

"Lo que me impresiona más es la fuerza que tienen estas mujeres, ellas mismas no son conscientes de lo fuertes que son", destaca la profesional del SOIB.

Perfil heterogéneo

"El perfil de mujer que tenemos es muy heterogéneo. Hay casos de todo tipo. Hay mujeres españolas, extranjeras, con estudios superiores, con menos formación, que nunca han trabajado o que llevan muchos años fuera del mercado laboral, de todas las edades, desde menores de edad hasta más de 60 años. Podría ser yo una de ellas", explica Elena.

"Cada mujer es diferente. Algunas no explican nada y otras tienen la necesidad de contarlo. Te tienen como referente y, a veces, acuden a ti para explicar lo que les ha pasado", añade la tutora.

"El programa SOIB Dona ha funcionado muy bien, tanto para las entidades que colaboran como para las mujeres. Este año tenemos más solicitudes", aclara. Las mujeres trabajan en ONGs, el tercer sector o ayuntamientos como auxiliares administrativas, administrativas, limpiadoras, personal de brigada y otros puestos. Todas tienen un contrato de un año y, dependiendo de la entidad, pueden ser renovadas.

"Las tutoras somos orientadoras de las oficinas. Llevamos esta parte para atender mejor a estas mujeres. Les hacemos un seguimiento. Es una atención muy individualizada. Primero, hacemos una entrevista para conocernos y crear un clima de confianza. Lo más importante es saber qué es lo que ella necesita. Analizamos su perfil, sus intereses y las derivamos a formación o a trabajo. No todas las mujeres que han sufrido violencia machista entran en este programa porque pueden ir a la empresa privada", indica Elena.