El precio de la vivienda aumentó en Balears durante el segundo trimestre de este año un 5,3% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior, un incremento que se modera respecto al 7,3% que se había dado durante el primer trimestre y que es el más bajo que se da en las islas desde 2016, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese encarecimiento del 5,3% de los inmuebles residenciales de las islas se sitúa al mismo nivel de la media española.

Un dato a tener en cuenta es el apuntado anteriormente: hay que remitirse al segundo trimestre de 2016 para encontrar una revalorización más moderada que la antes señalada, cuando se situó en un 5%.

Porque durante los últimos trimestres de 2017 y los primeros de 2018 esas subidas alcanzaron ritmos del 8% y del 9%, lo que explica las crecientes dificultades que los habitantes de las islas padecen para poder acceder a una residencia.

Subida por tipo de inmueble

Por tipo de vivienda, el valor de la de nueva construcción en Baleares se ha elevado un 3,7% anual durante ese segundo trimestre, con un frenazo aún más acentuado respecto al incremento de los tres primeros meses de este año, cuando se alcanzó un alza del 10%, la segunda más importante de la última década, solo superada por el 10,1% del último trimestre de 2017.

Esta tasa actual del 3,7% anual es la más baja de toda España, y contrasta con la media nacional, que se ha situado en un 7,2%.

En cuanto a las residencias de segunda mano, su encarecimiento al cierre de junio ha sido de un 5,4% anual, también más moderado que en el primer trimestre, cuando fue del 7,1%, pero superior a la media española, de un 5%. Hay que tener en cuenta que la escasez de vivienda de nueva edificación en el archipiélago está haciendo que la demanda se encuentre en estos momentos muy concentrada en la usada.

Los datos que el INE viene aportando sobre la compraventa de residencias reflejan que por cada vivienda nueva que se adquiere en las islas, prácticamente se compran cinco usadas. Eso supone un cambio radical respecto a lo que sucedía antes de la crisis económica y del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando ambas categorías se encontraban prácticamente a la par.

En el caso de los inmuebles de segunda mano, para encontrar un encarecimiento más débil que ese 5,4% anual hay que retroceder hasta principios de 2015, cuando el aumento de su precio medio fue de un 2,7%.

Situación por autonomías

Por comunidades autónomas, la mayor subida de precios con carácter general de la vivienda se ha dado en Aragón, con un 6,7%, seguido de Madrid, con un 6,5%. El más moderado corresponde a Extremadura, con un 1,7%.

Por categorías, hay que destacar el encarecimiento que en las residencias de nueva edificación se ha dado en Castilla-La Mancha y Murcia, con tasas interanuales del 11,6% y del 11,1% respectivamente. El alza en los precios más moderada de toda España es la balear, del 3,7%, aunque hay que insistir en que esta desaceleración se produce tras fuertes encarecimientos en los trimestres anteriores.

Respecto a las viviendas usadas, Madrid ocupa el liderazgo por lo que alza en los precios se refiere, con un 6,4%, seguido del 5,9% de La Rioja y Aragón, mientras que las subidas más débiles han correspondido a Extremadura y Cantabria, con un 1,4% y un 1,8% respectivamente.