Ryanair se defiende de la denuncia de los consumidores agarrándose a que su "política es clara" y que que un pasajero pague por sentarse junto a su hijo de corta edad "es completamente una cuestión de elección del cliente". Son los argumentos a los que se agarra la aerolínea low cost para negar que obligar a pagar para no separar a pasajeros de una misma no es una práctica abusiva tal y como denunció ayer ante la comisión de quejas y peticiones del Parlamento Europeo, la asociación balear de consumidores Consubal. "La política de Ryanair está especificada de forma muy clara para sus clientes", respondió la compañía, señalando que "los clientes que no desean adquirir un asiento específico, se les asigna un asiento al azar, sin coste alguno", por lo que pagar para sentarse de manera contigua junto a un familiar, "es completamente una cuestión de elección por parte del cliente".

Sin embargo, lo cierto es que Ryanair no permite el transporte de menores de 16 años no acompañados, ni permite tampoco contratar un servicio de acompañamiento. Los niños deben viajar siempre en compañía de un adulto, algo por lo que exige pagar.