El Teléfono de la Esperanza de Balears atendió en 2018 un total de 51 llamadas de personas con ideas suicidas. Una cifra que duplica a la de 2017, año que se saldó con veinte llamadas de estas características. Todo apunta a que esta tendencia al alza se mantendrá durante este 2019, cuando los orientadores del Teléfono de la Esperanza atendieron a 21 usuarios que plantearon ideas suicidas.

Son datos ofrecidos ayer por la delegación de esta entidad en Balears, que el año pasado atendió 1.114 llamadas en total, la cifra más alta desde 2012. "Es un problema de salud pública muy grave, hay que actuar", indicó Lino Salas, voluntario del Teléfono de la Esperanza. "Sabemos que la conducta suicida se puede y se debe prevenir, y aquí lo demostramos cada día", añadió.

La entidad celebrará el próximo martes el Día Internacional para la Prevención del Suicidio con el lema 'Todos somos vulnerables'. "En España el número de suicidios dobla al de víctimas mortales de tráfico. Antes era al revés, pero la sociedad y las administraciones se implicaron para prevenir las muertes en la carretera. Hagamos lo mismo con los suicidios", indicó.

Este voluntario recordó que el Teléfono de la Esperanza ha puesto en marcha una recogida de firmas para exigir al próximo Gobierno un plan estatal para la prevención del suicidio.

Asimismo, la psiquiatra y también voluntaria Alicia González enumeró algunos de los casos que ha atendido el Teléfono. "Nos tomamos muy en serio la formación de las personas que van a ocuparse de otras personas", indicó en referencia a los orientadores, que se forman durante dos años antes de atender a los usuarios.

Finalmente, Salas lamentó que a causa de los recortes la entidad no recibe ninguna subvención autonómica. "El año pasado gastamos 27.000 euros. El 32% de esa cantidad la afrontó la obra Social La Caixa y a la Fundació Barceló", destacó.

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