La política de Ryanair de separar automáticamente a familias, incluso menores de corta edad, en sus vuelos, obligando a pagar un suplemento para poder sentarse en asientos contiguos llega a Bruselas. La asociación balear de consumidores, Consubal, defendió ayer su queja en el Parlamento Europeo, denunciando que se trata de una práctica abusiva y alertando de los riesgos que supone para la seguridad de los menores y reclamando a la eurocámara regular las condiciones de venta de los billetes aéreos para asignar por defecto asientos contiguos a los pasajeros de una misma reserva.

"¿Imaginan la situación de angustia en una situación de emergencia?", puso como ejemplo ante la Comisión de Quejas y Peticiones, el presidente de la asociación de consumidores, Alfonso Rodríguez, para acabar solicitando a los eurodiputados que se creen "los mecanismos necesarios" para impedir esta práctica: "regular las condiciones de venta de los billetes" de tal modo que se asignen "asientos continuos a los pasajeros de una misma reserva".

La queja debatida ayer en la Comisión de Quejas y Peticiones fue registrada por Consubal en febrero del 2018. La iniciativa fue promovida después de las primeras denuncias por parte de usuarios. Este diario informó en enero de ese año sobre cómo Ryanair obligó a una madre a pagar cuatro euros para sentarse junto a su hija de tres años, a la que, de lo contrario, había ubicado con catorce filas de diferencia pese a la corta edad de la menor en un vuelo de la aerolínea de Palma a Madrid.

"Le informamos que si el pasajero no quiere pagar por el asiento, tiene la opción de hacer el check in gratuito con cuatro días antes del vuelo, pero el sistema le va a asignar los asientos aleatoriamente. Si desea sentarse junto con los otros pasajero les aconsejamos comprar el asiento", respondía la compañía después de percatarse la madre al imprimir las tarjetas de embarque de la distribución de los asientos .

"Primero fue el equipaje"

"Primero fueron las tarjetas de embarque, que si no las traías impresas te cobraban 60 euros; luego el equipaje, luego el equipaje de mano, luego los bolsos de mano y ahora la separación de una misma reserva", denunció el responsable de Consubal en Bruselas, señalando que "volar en las aerolíneas low cost ya sólo es para aventureros sin destino fijo y sin equipaje". "Las aerolíneas low cost buscan su negocio en los daños colaterales de los clientes", denuncio Rodríguez.

Rodríguez apuntó además que la separación de familias no sólo genera problemas a familias con hijos de corta edad, sino también a aquellas con personas discapacitadas o necesidades especiales.

La queja presentada y defendida ayer por Consubal será ahora estudiada por los eurodiputados miembros de la Comisión de Quejas, que podrían promover en la eurocámara algún tipo de pronunciamiento o cambio normativo en el sentido planteado por la asociación de consumidores del archipiélago.

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