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Boulevard

Aznar, Florentino y De la Rosa trajeron el helicóptero

El mallorquín siempre ha mirado con aprensión al cielo, pero ahora con motivo. El pionero de la llegada a la isla en helicóptero fue Javier...

Aznar desciende del helicóptero en la base militar de Son Sant Joan en agosto de 1996, para la audiencia con el Rey. En años posteriores, el entonces presidente del Gobierno aterrizaría directamente en el helipuerto de Marivent, para mostrar su desdén a Juan Carlos I.

El mallorquín siempre ha mirado con aprensión al cielo, pero ahora con motivo. El pionero de la llegada a la isla en helicóptero fue Javier de la Rosa. El magnate caído introdujo la aeronave con hélice para privilegiados en el panorama español. Eclipsó a los jets privados, se desplazaba desde Barcelona a Palma en su Dauphin de la francesa Aerospatiale apodado Trueno Azul, para embarcarse en el Blue Legend también azulón que amarraba en Puerto Portals.

José María Aznar usaba helicóptero para desplazarse a diario desde La Moncloa al campo de golf, y para aterrizar en Marivent. Exteriorizaba así su voluntad de demostrarle a Juan Carlos I el desprecio que sentía por su corona. En la foto que hoy nos ilustra, un Aznar debutante desciende del aparato en la base militar de Son Sant Joan en agosto de 1996. También el penúltimo Rey se subía a un helicóptero a la mínima oportunidad. Al de los Albertos por ejemplo, también en Mallorca.

Florentino Pérez se compró una casa sobre la cima de una montaña del Port d'Andratx por cuarenta millones de euros, pero su singularidad era un helipuerto que martirizaba a los vecinos cuando los huéspedes del potentado madridista llegaban desde Son Sant Joan. La mansión fue vendida a Michael Schumacher, que en su actual postración solo puede ser trasladado en helicóptero, por lo que la adaptación aérea fue fundamental en la transacción.

El Medusa de Paul Allen (18 mil millones de euros) de Microsoft amarraba en Palma con su helicóptero a bordo. El Lady Mouna, aferrado durante años al Club de Mar, también permitía la llegada y salida por vía aérea. En su apogeo, Matthias Kühn perseguía fincas en helicóptero. Carlos Sainz pilotaba un aparato, con Pedro J. Ramírez de pasajero, desde la Costa de los Pinos al polígono de Son Valero para jugar al pádel. Paseando un día por el campo, mejor no pregunten, veo de repente un helicóptero entre los chopos, o como se llamen los árboles. Le pregunto a Ella, mi anfitriona:

—Se lo han dejado aquí los Kadoorie (diez mil millones de euros)

¿Quién controla este tráfico a hélice? Ahora se examina a los helicópteros de otra manera, por no hablar de los precarios helipads. No solo los vecinos de Son Espases exigen que se aleje el helipuerto de sus viviendas. También los trabajadores del hospital con hijos en la guardería adyacente manifiestan su prevención ante el revoloteo de los insectos alados.

Sa Fortalesa, el enclave churrigueresco donde se celebrará la boda del año y después de quince años de Rafael Nadal, también dispone de una zona para aterrizar helicópteros. El campeón único de Roland Garros ha aprendido esta semana que nunca debes aceptar un regalo de un político más torpe que tú. A propósito de Ports de les Illes Balears, es curioso que el ente autonómico ofrezca en horario de oficina un teléfono 902 024 444 de robo a los ciudadanos, cuando el carísimo prefijo 902 ha sido ilegalizado por la UE para los servicios postventa, y por mucho que coloque al lado un 971.

Un asesor inmobiliario del Molinar y el Portitxol convoca el próximo sábado a una "jornada de sensibilización medioambiental". La iniciativa equivale a que me publicaran un libro de buenos modales, pero me sorprende en especial que entre los patrocinadores figure Emaya. Maite Areal ha vuelto a veranear en la Colònia de Sant Jordi, sin su marido y después de años de ausencia. Ha coincidido en la zona con Rosa Estarás, la enemiga pública número uno de su esposo está instalada a un minuto de distancia de la familia Matas.

Es curioso que se consignen las cenas de Felipe VIP en restaurantes de segunda categoría y se omita su visita de cada verano a Nitos, el mejor bistrot de Palma y el único vestigio de Barbarela. El Jefe de Estado tampoco faltó este agosto a su cita con las excelsas croquetas y el pollo al ast, una comida el domingo día cuatro solo para hombres. Vean La virgen de agosto, arte y espuma dirigida por Trueba III.

Reflexión dominical ebria: "El fracaso se le ha subido a Biel Company a la cabeza".

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