La conselleria de Salud ha confirmado hoy que ya son 70 intoxicados por comer en el restaurante japonés en Palma, y entre todos ellos, además, hay once personas que han dado positivo en salmonelosis. Además, se ha informado que los afectados, casi en su totalidad, ya han salido de los hospitales públicos, menos dos damnificados que siguen ingresados en Son Espases.

Así, de las 51 personas intoxicadas que había en el día de ayer ya se ha pasado 70, que comieron antes del domingo en el local oriental, el día que Salud ordenó el cierre cautelar del restaurante por precaución. "La notificación de los casos se ha ido produciendo paulatinamente a medida que se desarrollaban los síntomas y acudían a los servicios sanitarios", ha informado el Govern en una nota de prensa.

Además, según los últimos datos del Servicio de Epidemiología, encargado de hacer encuestas a los afectados para determinar el origen, del total de intoxicados hay 33 hombres y 37 mujeres. Si se mira por franjas de edad, hay seis menores de 14 años, 21 afectados entre 15 y 20 años, 33 damnificados con una edad que va de los 21 años hasta los 40 y, finalmente, diez intoxicados mayores de 41 años.

Además, el Govern ha afirmado que, a parte de residentes, hay personas de otras regiones de España afectadas, pero no hay constancia de turistas extranjeros. Por esto último, Salud ha avisado al Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), del Ministerio de Sanidad, y así informar de la situación.

El Govern expuso ayer que ha iniciado un expediente sancionador contra este restaurante japonés de la calle Blanquerna, que tiene diez días para presentar alegaciones y que por el momento permanece clausurado a la espera de los análisis de los alimentos, para determinar cuál fue el origen exacto del brote que, por el momento, tiene a 70 personas intoxicadas.

El departamento de Seguridad Alimentaria informó ayer que la inspección que se llevó a cabo el lunes en el restaurante determinó cinco deficiencias estructurales y de manejo de los alimentos: cámaras frigoríficas mal refrigeradas, una cocina pequeña, alimentos conservados a temperaturas de entre 20ºC y 30ºC, contaminaciones cruzadas (alimentos en buen estado se contaminaban de los que estaban en condiciones deficientes) y la inexistencia de agua caliente, que afectaba a la limpieza, ya que el agua fría no puede eliminar las grasas en su totalidad.